Vínculo copiado
Nuestro país vivió un año de esos que quisiéramos estar seguros que forma parte del nunca jamás existió: No hay crecimiento. Aumentó la violencia. Se canceló un aeropuerto. La construcción vive sus peores momentos
07:57 domingo 22 diciembre, 2019
ColaboradoresNuestro país vivió un año de esos que quisiéramos estar seguros que forma parte del nunca jamás existió: No hay crecimiento. Aumentó la violencia. Se canceló un aeropuerto. La construcción vive sus peores momentos. Baja el empleo y la inversión. Escasez de medicamentos. No se invierte en energías limpias. Se canceló el seguro popular. Cada día se ha perdido el respeto por los organismos autónomos y la división de poderes. Una Guardia Nacional que debería de ser una policía civil, conformada por militares… etc. Y la poca vergüenza del pastor al afirmar que sin él estaríamos peor. Si llegar a las casi 32 mil víctimas por la violencia y decir desde el púlpito mañanero que el alza al índice de delitos se debe a falta de elementos federales para enfrentar el problema de impunidad y violencia, no raya en el cinismo, entonces es un problema mental. Recordar cuando apuntaba que en un mes, luego en seis se resolvería el problema que tanto nos duele, la violencia, y ahora pedir un año más para que disminuya, es cinismo y demagogia. Sobre todo cuando los recortes a la seguridad se han dado para los municipios y a los estados y se piden “abrazos no balazos” frente a la delincuencia.
La falta de medicamentos contra el cáncer, que necesitan los niños o los retrovirales que tanto requieren quienes padecen hepatitis “c” o VIH. En algunos centros de atención faltaban gasas y material para asepsia.
Un año que en sus inicios se comprometía un crecimiento del PIB por arriba del 2 por ciento y sabemos que no se creció, sino decreció la economía a menos uno o menos dos por ciento. Se prefiere invertir en una refinería que generará mayor contaminación que en buscar energías limpias. Se presupuesta inyectar recursos a Pemex como si fuera la empresa de hace 40 años. En fin es la 4T, por la que votaron 30 millones, pero viene el 2021 si realmente queremos cambiar vayamos a las urnas y no permitamos que el pastor y sus acólitos sigan acabando con el país. DETALLES Lo de Bartlett y su riqueza no tiene nombre y así se dice que su lucha es contra la corrupción…cinismo en pleno, mentiras mañaneras y engaños a un pueblo. Quedó absuelto, qué le pasó al pastor y su moral. Para el PAN potosino no le queda mucho tiempo para decidirse por quién será su candidato o candidata para el 2021 al gobierno del estado, urge que inicie un trabajo interno para no entrar en desgaste los próximos meses y buscar definir a la persona que mejor convenga a San Luis Potosí, de lo contrario se van a perder en su demagogia interna y en luchas internas que los conducirán a la derrota… al tiempo. Que tenga un maravilloso año 2020 y que el Dios Niño traiga paz y tranquilidad a todos ustedes. Espero regresar a teclear ya en enero.