Vínculo copiado
Los médicos que trabajan con refugiados y solicitantes de asilo han descrito la medida como una violación importante de su ética profesional, al momento que alegan que no les corresponde a ellos hacer cumplir las normas de inmigración
14:35 domingo 1 abril, 2018
MundoEl Gobierno británico recurre a la información de los servicios médicos para el rastreo y seguimiento de refugiados en Reino Unido, lo que representa posibles violaciones a las leyes de inmigración, denunciaron funcionarios y organizaciones. Los médicos que trabajan con refugiados y solicitantes de asilo han descrito la medida como una violación importante de su ética profesional, al momento que alegan que no les corresponde a ellos hacer cumplir las normas de inmigración. En cartas publicadas recientemente, varios políticos denunciaron a funcionarios de inmigración por un acuerdo de intercambio de datos firmado de manera secreta en 2016, a través del cual le dan acceso al Gobierno a la información personal recolectada por los médicos familiares del país, excluyendo solo los detalles médicos. Una comisión parlamentaria de salud condenó la situación por inaceptable y pidió que se suspendiera el acuerdo, pero el departamento de inmigración de Reino Unido ha desestimado dichos temores, alegando que el intercambio de datos permite la expulsión de personas que puedan representar un peligro para la ciudadanía. Sin embargo, hay trabajadores médicos que respaldan el punto de vista de la comisión de salud. Organizaciones como el Royal College of General Practitioners, el Public Health England, además del General Medical Council, han rechazado el acuerdo de intercambio de datos, al afirmar que podría empeorar la salud de las personas vulnerables y hacer que los brotes de enfermedades pasen a la clandestinidad, perjudicando la atención de la salud para todos. Dalia Omer, refugiada de Sudán a quien se le otorgó asilo en Reino Unido en febrero después de casi dos años, buscó ayuda médica varias veces mientras esperaba la decisión del Gobierno y aseguró que si hubiera sabido del acuerdo de intercambio de datos, no habría sido tan comunicativa. "Si hubiera sabido que los médicos pueden compartir información con el Ministerio del Interior, no les habría dicho todo", agregó, refiriéndose al departamento británico que supervisa la inmigración y la seguridad. Por lo anterior, Omer afirmó que incluso podría mentir sobre ciertos detalles para protegerse. Por su parte, la doctora Kitty Worthing, quien trabaja en Londres con el grupo Docs Not Cops (Médicos, no policías), indicó que la piedra angular de la relación médico-paciente es la confidencialidad y este intercambio de datos es una violación directa. Además, recalcó que cuando se alerta a la gente que su información personal podría ser compartida con los funcionarios de inmigración su reacción siempre es de miedo. --
Reforma