Un avión que realizaba un trayecto, entre el pacífico sur y el pacífico norte, despegó en 2018 y aterrizó en 2017 debido a la diferencia horaria de 23 horas entre ambos destinos. No es que el tiempo se detuviera o que el tiempo quedara congelado por brujería, todo tiene una explicación de lo más lógico. El vuelo HA446 de Hawaiian Airlines, de Auckland (Nueva Zelanda) a Honolulu (Hawái), debía despegar a las 11.55 p.m. en la víspera de Año Nuevo, y aterrizar a las 9:45 a.m. del mismo día, pero un retraso inesperado de diez minutos hizo que el avión partiera a las 12:05 a.m. del 1 de enero de 2018, y aterrizara a las 10.16 a.m. del 31 de diciembre. No es ciencia ficción, es solo un curiosos caso de ‘viaje en el tiempo’, sin trampa ni cartón. Además, los pasajeros y la tripulación pudieron celebrar la Nochevieja dos veces en un día, muchos pagarían por tener esta experiencia. -- LA VANGUARDIA