Vínculo copiado
Las autoridades australianas investigan la aparición de fresas con agujas incrustadas a propósito, que desataron pánico en la población
09:21 domingo 14 octubre, 2018
MundoDesde el 9 de septiembre las denuncias aumentaron progresivamente llegando al centenar, un caso que el Gobierno del Primer Ministro, Scott Morrison, se ha tomado con mucha seriedad y que ha provocado una alarma social. Comienza el pánico Se detectan las primeras agujas en una canastilla vendida en Queensland y progresivamente se van sumando numerosas denuncias. Las autoridades australianas comienzan a investigar varios casos de agujas insertadas en fresas comercializadas en algunos estados del país. Se apunta a un presunto acto de sabotaje por parte de un extrabajador "lleno de rencor contra la industria" según la Asociación de Cultivadores de Fresas de Queensland. Las autoridades de Queensland, Nueva Gales del Sur y Victoria solicitan la devolución de los productos de las marcas Berry Obsession y Berry Liscious vendidos durante esta semana. Reaccionan las autoridades El Ministro de Salud, Greg Hunt, ordena investigar el caso al organismo encargado de asegurar la calidad de los alimentos. Según CNN, el Gobierno de Queensland ofrece una recompensa de 100.000 dólares australianos (71.500 USD) a quién aporte información que lleve a la captura de los responsables. El sabotaje se extiende ya a seis marcas en cuatro estados del país. Según información del diario británico The Guardian, dos supermercados y tres empresas productoras deciden retirar sus productos. La Polícía comienza a sospechar que están surgiendo algunos imitadores con presuntos problemas mentales en otros estados. Impacto en la industria El Gobierno de Queensland anunció una ayuda financiera de 1 millón de dólares australianos (718.975 USD) para promover la calidad de sus fresas tras los actos de sabotaje. My government is committing $1m to help strawberry growers and industry stay on their feet in addition to $100,000 reward leading to an arrest. The community has to come together to find who is responsible for this crime. — Annastacia Palaszczuk (@AnnastaciaMP) September 18, 2018 Anuncio de las ayudas financieras a cultivadores de fresas así como de la recompensa que ayuda a detener al culpable Se calcula que los agricultores de fresas producen alrededor de 60 millones de cestas, lo que equivale a 160 millones de dólares anuales. En Nueva Zelanda se anunció esa semana la retirada de la venta de estos productos australianos en el país como medida preventiva. Localización de las frutas contaminadas El Presidente de Australia, Scott Morrison, calificó de "terrorismo" estas acciones y pidió equiparar las condenas por contaminación de comida con las que se imponen a la financiación del terror. La propuesta consiste en elevar de 10 a 15 años de prisión por el delito de sabotaje de alimentos. Se ampliará la definición de sabotaje para incluir también a los alimentos de consumo humano. Estas medidas pretenden enviar un mensaje de seguridad a la nación tras la alarma social generada por las fresas contaminadas con agujas. Condenan 'terrorismo' Sabotaging our strawberries is sabotaging our farmers. The Liberal-National Government will pass tough new laws to send a clear message to the cowards who commit these crimes. Read more here: https://t.co/t3gLE2wc2F pic.twitter.com/Y4vP0A9oMN — Liberal Party (@LiberalAus) September 19, 2018
Comunicado del Partido Liberal de Australia sobre las medidas adoptadas El Ministro australiano del Interior, Peter Dutton, escribió en su cuenta Twitter que se han reportado más de cien casos de agujas insertadas en las fresas, la mayoría en el estado de Queensland, donde se cree se produjo el sabotaje, aunque "muchos de ellos" son falsos. El Gobierno de Nueva Zelanda anunció que las frutas de exportación deberán estar libres de metales, para lo cual se obligará a las empresas a comprar detectores. En un vídeo publicado en su cuenta de Twitter, el propio Scott Morrison, se refirió al autor como "un idiota que por alguna razón ha cometido un acto de terrorismo" y le describió como "un cobarde y un parásito". Sabotaging our strawberries is sabotaging our farmers. It’s not right. It’s not on. It's a crime. pic.twitter.com/2B9TTg9JOf — Scott Morrison (@ScottMorrisonMP) September 19, 2018 Paralelamente, tiendas y supermercados están tomando medidas preventivas. La cadena australiana Woolworth's, por ejemplo, retiró temporalmente las agujas de sus estanterías como medida de seguridad. Por su parte, los cultivadores de fresas aseguraron que los temores del público han sido alentados por una reacción exagerada a la situación. El pánico generado ha provocado la retirada de la fruta de la mayoría de los mercados y algunas tiendas no la ofertan. Entretanto, el Gobierno de Australia continúa instando al público a seguir comprando fresas, aconsejando que las corten antes de consumirlas. El sabotaje de las fresas se extiende y llega a la vecina Nueva Zelanda, donde la cadena de supermercados Countdown detectó paquetes de fresas con agujas insertadas procedentes de Australia. La cadena anunció la retirada de todas las fresas de la marca afectada y la implementación de controles más exhaustivos. Aún sin resolver
Nadie conoce todavía las causas de lo que, a primera vista, parece un ataque deliberado contra la industria encargada de producir esta fruta. La hipótesis de que el culpable podría ser un extrabajador todavía no se ha confirmado, pero esta alarma social se ha convertido en un asunto de seguridad nacional que afecta a los consumidores y a las exportaciones de este producto por igual. Un hecho que pudo comenzar como una "broma" o un acto de venganza, ha terminado derivando en una crisis de consumo interno que también afecta al comercio internacional australiano. La viralidad con la que se propagaron los vídeos publicados en redes sociales, también pudo ser la culpable del surgimiento de imitadores, que quizá, sin mala intención, han terminado por provocar una crisis que al parecer todavía no ha llegado a su final. --
REFORMA