San Luis Potosí, México (01 junio 2018).- El arzobispo emérito Arturo Szymanski dejó instrucciones precisas para sus funerales, mismas que fueron seguidas por la arquidiócesis, así lo dio a conocer Juan Jesús Priego Rivera, vocero de la Arquidiócesis Potosina. Señaló que incluso dejó desde hace tres años, un escrito sobre la mitra, ornamento y el alba con la que deseaba se le enterrara. “El anillo y el pectoral son enterrados con él, el pectoral y la mitra y el solideo, el báculo, el evangeliario y el ornamento se ponen afuera, el palio que usaba como arzobispo también se queda en el museo del Arzobispado para salvarlo, él lo dejo escrito, que iba a ser un ornamento morado, la mitra más chiquita para que pudiera caber en el féretro”. Señaló que como señal de luto y preparación se utilizó un color morado, refirió que ante todo era un hombre realista y nunca tuvo miedo de la muerte, por el contrario siempre se le veía tranquilo, orando. Aseguró que le sorprendió la muestra de amor y cariño hacia el arzobispo, tanto de la sociedad potosina como de la comunidad católica, muestra está en que durante su misa de exequias estuvieron presentes el cardenal Norberto Rivera, el Arzobispo de León, los obispos auxiliares de Ciudad de México, el arzobispo emérito de Querétaro, y se recibió una carta con las condolencias del Papa Francisco. El arzobispo de San Luis Potosí, Jesús Carlos Cabrero Romero, señaló que no se trató de una despedida sino que ha dejado una herencia que permanecerá reforzando su presencia, muestra es la cantidad de feligreses que participaron en sus exequias.  Detalló que se le dieron los honores merecidos durante los cuatro días de exequias, y por ello se le sepultó también en la que fue su Iglesia, la Catedral Metropolitana, bajo el que es su altar mayor.