Empiezan las primeras declaraciones acerca de cómo va a trabajar y dirigir su administración el presidente electo Andrés Manuel López Obrador y entre la gran cantidad de ellas la que más cobertura ha tenido es la del sueldo mensual que él recibirá y que ascenderá a $108,000 pesos mensuales lo que equivale a $1,296,000 lo que consecuentemente impactará en los sueldos de sus colaboradores, llámense secretarios de estado los cuales por ley no pueden tener un sueldo mayor que el del presidente. Ahora bien, el trabajo realizado por los secretarios de estado y del propio presidente se debería comparar con los de algún CEO en nuestro país, de acuerdo a Expansión, hace algunos años los sueldos de los directores eran diferentes de acuerdo al sector en el que se encontraban, por ejemplo, en el área de banca y servicios financieros rondaban en $190,500 en promedios, mientras que en automotriz era de $185,000, lo que equivale a $2,286,000 y 2,220,000 de forma anual. De acuerdo a la Real Academia Española (2014), por sueldo se entiende la remuneración regular asignada por el desempeño de un cargo o servicio profesional y como tal cada persona que desempeña un cargo debería cobrar de acuerdo con la responsabilidad que se ejerce y en este caso la responsabilidad de los servidores públicos es enorme. ¿Qué puede suceder?, la respuesta es sencilla, ante el poco incentivo y la gran carga de responsabilidad a los trabajadores del estado se le puede orillar a la tentación de solicitar ayudas y dispendios para compensar el cargo ejercido por lo que efectivamente el presupuesto del gobierno disminuirá, pero se incrementará el gasto de la población haciendo que lo ahorrado por el gobierno sea pagado por los gobernados. En fin, creo que el problema no son los sueldos altos de los funcionarios públicos, de hecho, lo correcto sería pagarles bien dado el cargo que desempeñan, de lo contrario la tentación es mucha… @Oliver_Arroyo