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Si usted leyó el título, no hay mejor manera para definir la situación que vive el país
00:06 viernes 19 febrero, 2021
ColaboradoresSi usted leyó el título, no hay mejor manera para definir la situación que vive el país. Si ves las barbas de su vecino cortar pon las suyas a remojar… esto se ha vivido con todos los gobiernos populistas que, tras la esperanza que da un mensaje lleno de futuro, la realidad cae por su propio peso. De manera increíble, más allá de la evidencia, el presidente de México culpa a las “empresas privadas” del corte de suministro, ejerciendo una presión irresponsable para una reforma pendiente para la CFE y Pemex. El mantra ideológico de la soberanía energética con la que esta mediática 4T afronta la situación es incomprensible, nunca culpables y siempre víctimas samaritanas. Solicitar un ahorro de luz, entendiendo la situación y demostrando una solidaridad con la situación que vive la región, sería dejar pasar la oportunidad de señalar a las empresas privadas y cargarse de razón para defender la reforma energética presidencial, algo que sigue pendiente de debate y con esperanzas de ser ratificado en el parlamento; volver a dar prioridad a las compañías estatales Comisión Federal Eléctrica y Pemex es un capricho que nos costará muy caro, una mirada retrógrada incapaz de comprender un mundo lleno de cambios. El déficit mexicano en materia de importaciones es tan grande que no se pueden descartar nuevos cortes eléctricos, la reanudación en el suministro estadounidense será la garantía de servicio, un tema dependiente de empresas privadas que, visto desde el punto de vista “amlomariano” muestra la ineptitud y riesgo de poner en el ámbito privado el suministro energético. Visto desde una coherencia aplastante, que tan importante debe ser este servicio que el país contrata ante la imposibilidad de generación y mantenimiento propio. En México las energías renovables apenas suman un 20%, por un 9% de las hidroeléctricas… comparados con nuestro vecino del norte, donde el gas representa el 38% del total, la dependencia es casi el doble. Se da la paradoja además de que la producción gasífera en México lleva años en declive con caídas superiores del 30% en la última década, resultando una mínima capacidad de almacenamiento por parte de CFE y escasos aumentos de la producción por parte de Pemex. Con esta visión, en tiempos en los que la abundancia era un problema, queda claro la poca posibilidad de las entidades de cara al éxito. La baja rentabilidad de los proyectos y la disponibilidad de gas barato en Estados Unidos han favorecido las importaciones, estas han crecido en los últimos años hasta cubrir más del 70% de las necesidades. López Obrador lee de manera diferente el mercado ( o no lo lee, lo impone…), justificando el declive en la producción y almacenamiento del gas natural por un “desmantelamiento” del sistema público energético llevado a cabo por los gobiernos anteriores… Será bueno saber que aportará Barlett, figura del pasado en tema energético que acompaña esta 4T para demostrar la total incoherencia en la que vivimos. Javier Rueda