Una persona que se contagia de coronavirus al interior de un restaurante corre el riesgo de convertirse en un paciente grave e incluso morir de coronavirus, según explicó Mauricio Comas García, investigador del Centro de Investigación en Ciencias de la Salud y Biomedicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), quien consideró que debería ser obligatorio el uso de caretas para los comensales. El experto explicó que la gravedad de la enfermedad depende, en medida, de la carga viral a la que hayan estado expuestos al momento en que se contagiaron, por lo que sitios cerrados y con poca ventilación, como los restaurantes, se vuelven lugares idóneos para que la gente se exponga a una alta carga viral y, con ello, su enfermedad se complique. “Una gran proporción de las personas que están infectadas en México son personas de la salud, médicos y enfermeras, y la pregunta es ¿por qué ellos tienen enfermedad más grave?, y esto se debe a que ellos están en contacto directo con los pacientes y, por lo tanto, la carga viral, la cantidad de virus a los que están expuestos, es mucho más grande; parece ser que la cantidad de virus a la que estás expuesto puede determinar si vas a tener una enfermedad grave o una enfermedad leve”. Este lunes fue publicada, en la revista Clinical Infectious Diseases, una carta firmada por 239 científicos de todo el mundo, en la que piden a la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconocer que el coronavirus también se puede transmitir por el aire, al estar suspendidas pequeñas partículas del virus, lo cual, según Mauricio Comas, le da mayor relevancia a la propuesta de que los comensales de restaurantes deberían usar caretas. Otras de las medidas que, según el experto, se deberían estar tomando en restaurantes y otros sitios públicos cerrados, es que todo el personal tenga mascarilla, no permitir grupos muy grandes por mesa y usar aire acondicionado con filtros que permitan que el virus se quede atrapado ahí, dado que explicó que el aire acondicionado, si no tiene filtro, podría ser un instrumento para que el virus se esparza por todo el lugar, dado que en estos aparatos el aire se recicla.