Vínculo copiado
El piloto mexicano Tomás López Rocha cuenta la anécdota de los zapatos de la leyenda alemana
21:06 martes 23 febrero, 2021
Anúnciate con nosotros!A Tomás López Rocha le gusta bromear con sus hijos: “¿Qué creen? ¡Yo le gané a Michael Schumacher!”. Ante la incredulidad familiar, el piloto tapatío muestra los resultados de la carrera en la que aparece ubicado arriba del alemán. “Claro, fue porque Schumacher no había terminado la carrera por un problema mecánico, pero sí le gané”, justifica con una carcajada sobre los gratos momentos que vivió en los inicios de los 90. La historia que también es real y que protagonizó aquel joven alemán de 22 años, quien iniciaba su carrera en las competencias de Prototipos antes de triunfar en la F1, es que calzó zapatos mexicanos de la famosa marca Canadá, empresa de la que López Rocha era uno de los dueños. Le hicimos unos zapatos especiales a Michael Schumacher con su nombre. Se los puso y corrió con ellos”, explica el piloto mexicano, quien tuvo el apoyo de su compadre Antonio Pérez Garibay, para entregarle los Canadá personalizados al piloto alemán. Ya teníamos una línea de producción especializada en hacer zapatos para pilotos. Luego logramos exportar una buena cantidad. Hicimos también zapatos especiales para Adrián Fernández cuando ya corría en Indy”, cuenta López Rocha. Fue por iniciativa de su primo Jorge Benavides, quien inició con el contacto para trabajar con la producción de zapatos especiales para automovilismo. Teníamos todo el personal y toda la experiencia. La empresa hacía cosas maravillosas y los zapatos de carreras eran de primera, una cosa artesanal”. Tenían su complicación, pero era unos zapatos de primera. Tuvimos mucho éxito, los clientes nos mandaban su propio diseño”, recuerda el empresario, quien como era de esperarse también utilizaba los zapatos de su marca para competir. Tomás López recuerda con melancolía la oportunidad de conocer a Michael Schumacher, quien con el tiempo se convirtió en leyenda de la F1 con sus siete campeonatos. Fue un honor haber competido con él. Era un mozalbete. Muy buena persona y muy rápido en las pistas. La última vez que lo vi fue en un Gran Premio de Singapur, nos tocó platicar en el hotel y fue una experiencia muy bonita. Tiempo después vino lo de su accidente y es una pena lo que está pasando”. EXCÉLSIOR