Ciudad de México.- Todo un despligue policiaco fue el que tuvo lugar en una isla del Loch Leven, en Escocia, cuando se recibió un informe de que una secta estaba acampando ahí, con la intención de poner fin a sus vidas mediante un pacto suicida. Pero la gran sorpresa fue que no se trataba de una secta suicida, sino de un grupo del fans del heavy metal que se hallaban gozando de unas vacaciones con sus hijos, según reportó el diario británico The Guardian. El grupo fue sorprendido por la llegada de botes de la policía escocesa cuando disfrutaban de unas cervezas en una isla en el Lago Leven —Petshire, Escocia—, mientras sus hijos dormían en tiendas de campaña. "Por alguna razón, alguien pensó que éramos una secta suicida y dio aviso a la policía. Y realmente hicieron un gran trabajo rescatándonos… el punto es que no necesitábamos un rescate", dijo Panagiotis Filis, quien da clases en la Universidad Aberdeen y es fundador de la cervecería Black Metal. El grupo fue llevado a tierra, donde los esperaban los servicios de emergencia, que estaban listos para 'resucitarlos'. Otro de los miembros del grupo, David Henderson —maestro de lenguas y miembro de la banda de heavy metal Nyctopia—, afirmó que les hicieron sentir que habían hecho algo malo, "pero sólo nos gusta acampar a la intemperie, beber cerveza y escuchar heavy metal", dijo. Henderson asume que todo se originó debido a su aspecto, pues todos vestían de negro y los niños lucían la cara pintada. "La gente piensa que, como somos fans del heavy metal, somos peligrosos", aclaró. Al final, el grupo fue dejado en la orilla y obligado a dormir ahí, pues habían bebido demasiado para manejar de regreso a casa. Todo quedó en un reporte policiaco… y en una anécdota que, seguro, recordarán de por vida. -- Milenio