La Comisión Federal de Electricidad (CFE) pagó más de 157 millones de dólares por la instalación de la Unidad Turbogeneradora de Gas en Poza Rica, Veracruz, la cual no funciona. La unidad paró sus operaciones el 22 de julio debido a que la obra fue entregada con un desnivel milimétrico en su eje rotor que pone en riesgo su operación. La empresa productiva del Estado contrató en 2010 a IGSA, IGSA Solutions y Roma M Cogeneración para entregar esta obra a más tardar el 12 de julio de 2012, con un costo de 136 millones 823 mil 423 dólares. Pero ni el plazo ni el costo fue cumplido. La obra se entregó mal y tarde, pues la instalación terminó apenas en agosto de 2016, gracias a 4 convenios modificatorios, y la CFE pagó 21 millones de dólares más de lo previsto. De acuerdo con documentos internos, la Gerencia de Estudios de Ingeniería Civil de la CFE encontró un desnivel de 15.51 milímetros en el eje rotor del generador eléctrico y diversos defectos de alineación y ensamble de la turbina-generador. Los desniveles fueron detectados desde el 11 de octubre de 2014 y, sin corregirlos, el 2 de septiembre de 2016 la CFE expidió un certificado de aceptación provisional y cuatro días después pagó los más de 157 millones de dólares a Roma M Cogeneración.  El contrato PIF-010/2010 fue suscrito durante la gestión de Alfredo Elías Ayub en la CFE y los convenios modificatorios en los periodos de Jaime González Aguadé, Francisco Rojas Gutiérrez y Enrique Ochoa Reza. El pago fue con Jaime Francisco Hernández Martínez. En un reporte elaborado en enero de 2016, el Bufete de Ingeniería y Servicios Predictivos recomendó no hacer modificaciones ni ajustes a la nivelación. Sin embargo, un análisis de la Dirección de Operación de la CFE se refirió a las vibraciones excesivas que registraba la UTG como "una advertencia de condiciones anormales y posiblemente peligrosas en la turbina". La Comisión pidió a la contratista Roma M Cogeneración corregir los defectos, principalmente nivelar a "cero" el eje del rotor, pues esta desalineación generaba vibraciones en los equipos, rebaba metálica y daño a los coples o artefactos que unen los tubos. Daniel Ramírez Lomelín, responsable del proyecto por parte de la proveedora, respondió el 17 de agosto de 2016 a la CFE que esa maniobra solicitada era "de alto riesgo", sobre todo porque la turbina tiene un comportamiento "excelente" y en su opinión el equipo ya está acoplado. "Cualquier cambio en su nivelación puede resultar contraproducente y poner en riesgo la parte mecánica, por lo cual, tal como se ha hecho saber a la Comisión, mi representada no asume ninguna responsabilidad mecánica, excepto aquellas que se deriven de la nivelación, alineación y balanceo", dijo Ramírez. La CFE insistió en la reparación del desperfecto, y el 22 de julio pasado paró sus actividades la central y empezaron los trabajos de re nivelación. A la fecha, se desconocen penalizaciones de la CFE a las empresas de Santiago Paredes Tirado por los defectos en la obra, al igual que las pérdidas por el volumen de energía que se ha dejado de producir. --

REFORMA