El camerunés Pascal Siakam logró la mejor marca de su carrera en los playoffs, 32 puntos, y los Raptors ganaron el primer partido de las Finales de la NBA, al imponerse 118-109 a los bicampeones Warriors de Golden State. Nunca antes en la historia, un encuentro de las Finales de la NBA se había disputado fuera de territorio estadunidense. Pero los Raptors no lucieron como el equipo debutante en estas instancias. Toronto controló la acción durante buena parte del partido ante un equipo que comenzó su quinta aparición consecutiva en las Finales.

Kawhi Leonard aportó 23 puntos y el español Marc Gasol totalizó 20 por los Raptors.

Stephen Curry anotó 34 unidades, mientras que Klay Thompson sumó 21 por Golden State, que había ganado el primer partido de las Finales en los últimos cuatro años. Todos aquellos encuentros fueron en su casa, pero esta vez los Warriors no consiguieron la ventaja de la localía en la serie. El segundo encuentro está programado para este domingo, de nuevo en Toronto.

Andre Iguodala terminó en las tribunas luego de buscar un balón a toda velocidad; el incidente, aunque resultó aparatoso, no arrojó heridos entre los aficionados. El jugador de los Warriors pudo continuar en el partido sin problemas

Tenemos a muchos jugadores que se mueven bien y están dispuestos a jugar en defensa. Lo usamos a nuestro favor. Creo que hicimos un trabajo bastante bueno. Cometimos algunos errores, pero, en general, fuimos bastante sólidos”, celebró Siakam tras el choque.

Tenemos a los mejores aficionados de la NBA. Hoy, en el primer juego, hicimos lo que teníamos que hacer y ahora, vamos por el segundo partido”, agregó acerca de una ciudad que se ha volcado en torno de los Raptors, que ni siquiera eran favoritos en las Finales del Este ante los Bucks de Milwaukee.

Sin Kevin Durant todavía y a pesar de recuperar al centro DeMarcus Cousins, baja desde el 15 de abril, el coach Steve Kerr optó por Jordan Bell en el quinteto inicial y realizó numerosas sustituciones durante toda la contienda en busca de soluciones. Éstas nunca llegaron.

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Excelsior