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06:45 viernes 8 febrero, 2019
PLUMAS NACIONALESEditorial EL UNIVERSAL / El relevo en la Suprema Corte Antes de que termine el mes de febrero la ministra Margarita Luna Ramos concluirá sus funciones en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El presidente Andrés Manuel López Obrador envió al Senado la terna con las candidatas a ocupar la vacante, propuesta que ha sido cuestionada en algunos círculos por considerar que incluye solo a mujeres cercanas al mandatario. De acuerdo con la ley, es facultad exclusiva del Ejecutivo seleccionar a las aspirantes. La realidad que ha prevalecido en los últimos años es que ha sido una práctica común que los candidatos o candidatas sean figuras ligadas al presidente en turno, pero todas con mérito suficiente para llegar a la Corte. A pesar de lo anterior, desde que se dio la reforma al Poder Judicial, en 1994, la Suprema Corte se ha instalado como un contrapeso real a los otros dos poderes y se ha colocado al lado de las causas que defienden los derechos humanos. Esta semana EL UNIVERSAL conversó con las tres aspirantes al máximo tribunal del país y todas coinciden en que seguirán la línea de independencia y autonomía que ha caracterizado al Poder Judicial. Yasmín Esquivel Mossa, actual presidenta del Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México, señala que entre poderes debe haber diálogo y respeto, comunicación y coordinación, pero nunca sumisión. Celia Maya, magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Querétaro, afirma que en el momento que se designe a la nueva ministra, el Legislativo debe dar mayor peso a la trayectoria que a las filias partidistas. Asegura que ha ejercido la independencia judicial durante 40 años sin que su manera de pensar influya en su tarea de juzgadora. Loretta Ortiz defendió su origen académico y consideró que la Corte requiere de personajes externos para crear un balance con aquellos que provienen de la carrera judicial. Desde su perspectiva, la independencia y autonomía de la SCJN deben ser piedra angular de la democracia. Las tres destacan la necesidad de impulsar la presencia femenina en el Poder Judicial debido a que se ha quedado rezagado en comparación con el avance que presentan tanto Ejecutivo como Legislativo, donde prácticamente se ha alcanzado paridad. La decisión que tomará en los siguientes días el Senado representa una oportunidad para hacer una selección con base únicamente en los méritos de las aspirantes. Las tres cumplen de sobra con los requisitos para llegar a la Corte. Cualquier sospecha de dependencia que se les pueda adjudicar, no será eliminada únicamente con un discurso basado en la autonomía, serán sus decisiones en el pleno las que hablen. Esa sería la mejor forma de evaluarlas. OPINIÓN / La urgencia de repensar nuestros modelos de gobernanza
Según el Índice de Percepción Democrática de 2018, un estudio de renombre basado en entrevistas representativas a nivel nacional con más de 125 mil encuestados en 50 países en todo el mundo (representativo de más del 75% de la población mundial), encontró que la confianza en los gobiernos parece ser menor entre las personas viviendo bajo regímenes democráticos que las que pertenecen a Estados generalmente considerados como no democráticos. Resulta alarmante que, en general, los ciudadanos bajo regímenes democráticos sienten que sus gobiernos no están atendiendo sus intereses y que sus voces importan poco en política. Según el estudio, estas percepciones están presentes tanto en regímenes democráticos como en los no democráticos, sin embargo, son considerablemente más frecuentes entre los primeros. La tendencia a la alza del desencanto hacia la democracia puede verse reflejada también en la creciente desaprobación de nuestros modelos de gobernanza democrática a nivel regional y global. Además de que las instituciones supranacionales se perciben lejanas a la ciudadanía, los grandes presupuestos que requieren para funcionar y su oscura rendición de cuentas los hacen parecer más como una carga que como instituciones útiles que valga la pena mantener. Por lo tanto, mientras esta percepción no se modifique, estas instituciones se convierten más fácilmente en presa de los discursos nacionalistas que anhelan su desaparición. Los modelos de gobernanza democráticos en todos sus niveles parecen estar fallando en cumplir con el objetivo para el cual fueron creados originalmente: ser receptivos y actuar en consecuencia de los intereses y promesas de los ciudadanos. En este escenario, la necesidad de que los gobiernos democráticos globales, nacionales y locales hagan una exhaustiva autoevaluación debe ser una prioridad. Se deben buscar nuevos modelos de gobernanza democrática no sólo para acercar a los individuos con sus gobiernos, sino también para adaptar a los Estados a los rápidos avances tecnológicos, los cambios en los patrones de consumo, las formas cambiantes de comunicación, las fluctuaciones económicas y muchas otras variables y novedades que constantemente transforman nuestra vida cotidiana. La política debe cambiar de la mano con los nuevos problemas, expectativas y necesidades de la ciudadanía. Las circunstancias nos empujan a reconsiderar otras formas de democracia más allá de las tradicionales. En el mundo académico se sugiere encontrar nuevas formas de avanzar hacia “modelos híbridos” que incluyan esquemas de gobierno representativos, dialógicos y democráticos directos. Por ejemplo, según un estudio hecho por André Bächtiger y Claudia Landwehr, se encontró que las personas tienden a confiar más en las decisiones que toma su gobierno si en el proceso de negociación intervienen las opiniones de otros ciudadanos escogidos aleatoriamente. En general, los resultados indican que los individuos responden mejor cuando los modelos de toma de decisión se acercan más a estilos de democracia directa y pluralista, en los que la comunicación con los representantes es más cercana a los “ciudadanos de a pie”. Para evitar el resquebrajamiento del modelo de gobernanza democrático en todos sus niveles es indispensable la reflexión y la acción. Cada democracia está compuesta por intereses diferentes, por lo que los nuevos modelos de gobernanza deberán evitar seguir un patrón único y en cambio buscar un esquema que resuelva problemas y necesidades específicas. A la par, debe de promoverse la coordinación entre Estados para hacer más transparentes y representativas las instituciones internacionales de las que son parte. La desconfianza hacia la democracia es alta, no hay tiempo que perder para tomar las medidas necesarias para recuperar la fe en ella.
Frentes Políticos I. Manos a la obra. A Germán Martínez Cázares hay que reconocerle su nivel de compromiso. Pieza clave en la actual administración federal, tiene ante sí la encomienda de brindar dignos servicios de salud. El director deL IMSS trabaja por un instituto que iguale a los mexicanos, sin privilegios, y como ejemplo, una de sus primeras decisiones fue extender la seguridad social a las trabajadoras del hogar. Justicia que había quedado pendiente. Esta semana presentó ante directores y representantes estatales del Instituto el Plan IMSS: Bienestar para toda la vida. No hay duda, fortalecerá la seguridad social. Y lo mejor, va con todo contra la corrupción interna, incluido lo que llamó el “huachicoleo” de cuotas obrero-patronales. Eso es valor. Apoyo al cien. II. Jaloneos. La bancada de Morena en el Senado adelantó que no aceptarán “dedazo” para imponer al candidato a la gubernatura de Puebla, y presentó al senador Alejandro Armenta como su apuesta para ganar los comicios del 2 de junio próximo, dando así la espalda al excontendiente Miguel Barbosa Huerta. El vocero del grupo parlamentario, Salomón Jara, informó que piden a la presidenta del partido que el candidato sea elegido mediante una encuesta donde se permita a Armenta participar. Senadores como Félix Salgado reconocieron la lucha de Barbosa durante la contienda pasada, en la que perdió contra la panista fallecida, Martha Erika Alonso, pero dijo que se debe escuchar a todos los miembros de Morena y aliados que quieran participar. Momento de definiciones. Piénsenle bien, podrían perder aún más. III. Milagro transformador. La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que del 1º de enero a la fecha el promedio de homicidios al día es de 4.2, lo que representa una baja en comparación con el periodo entre el 5 de diciembre al 1º de enero, cuando el promedio fue de 4.6 homicidios. Señaló que en las primeras semanas de su administración se registró un despunte en el número de homicidios. Los temas en la CDMX no se acaban. En una revisión exhaustiva de Seduvi de 174 polígonos de actuación autorizados en 2017 y 2018, se encontraron irregularidades en 48, por ello se iniciaron procedimientos jurídicos y administrativos. Se han suspendido actividades en 13 construcciones y ya hay convenio de movilidad firmado con Waze. A paso veloz cambia la capital del país. IV. De a cómo. Un juez federal anunció que la extradición a Estados Unidos del exgobernador interino de Coahuila, Jorge Torres, acusado de blanqueo de dinero y fraude bancario, fue frenada. El juez Patricio Leopoldo Vargas le concedió la suspensión provisional. Fue detenido el pasado martes por la policía mexicana. Según autoridades de EU, Torres y el extesorero de Coahuila, Javier Villarreal, realizaron transferencias de más de 5 millones de dólares a bancos de Bermudas y de Texas en 2008. A finales de 2017, las autoridades de EU solicitaron su extradición para enfrentar un juicio en ese país. El exmandatario interino aparecía como uno de los fugitivos más buscados en la página de la Administración para el Control de Drogas, DEA. ¿Cómo es que siempre consiguen jueces a modo?, ¿es muy caro? V. Miniviolencia. El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, descartó una situación grave de inseguridad en el estado, aunque reconoció que han repuntado los homicidios. “Tenemos problemas, cierto, solamente en el tema de homicidios”, sostuvo, pero descartó que se esté viviendo lo mismo de hace 10 años cuando se enfrentaron las épocas más álgidas. El Bronco dijo que son “ajustes de cuentas” entre miembros del crimen organizado. Tan sólo esta semana se reportó el hallazgo de restos humanos en diversos puntos del estado. Desmembrados, decapitados y simples muertos. No, no pasa mucho en Nuevo León, dice su gobernador. ¿Le creen? BITÁCORA DEL DIRECTOR / “Aquí mandamos nosotros”
El relato del colega Daniel Blancas Madrigal es estremecedor. El reportero del diario La Crónica fue a meterse en la boca del lobo. Casi le cuesta la vida, pero regresó con una descripción precisa de una de las zonas del país donde el Estado no existe o es, en el mejor de los casos, una simple caricatura. Lo que cuenta no ocurrió hace años. Fue apenas el viernes pasado. Dos semanas después de la explosión de Tlahuelilpan, Hidalgo, que mató a casi 130 personas. Y tampoco muy lejos de ahí. Entre San Primitivo, el lugar del flamazo, y Santa Ana Ahuehuepan hay apenas 21 kilómetros. Blancas cuenta que llegó a esa última población, ubicada en el municipio de Tula, la tarde-noche del 1 de febrero. Tenía la encomienda de su diario de buscar a las familias a las que el presidente Andrés Manuel López Obrador quiere convencer de renunciar al robo de combustible mediante su inscripción en el padrón de alguno de los programas sociales que ofrece su gobierno. El reportero dice que detuvo su vehículo frente a un muro donde alguien había pintado “No al gasolinazo”. Apenas acababa de tomar la foto y se disponía a arrancar cuando vio bloqueada su marcha por tres vehículos. Desde uno de ellos, le apuntaban con un rifle. Después de exigirle que les dijera qué hacía ahí –como si se hubiera extinguido la libertad de movimiento–, dos de los hombres que cercaron a Blancas lo bajaron violentamente de su camioneta. Luego lo sometieron y lo revisaron como si fueran policías. Un tercer individuo, encapuchado, le dijo que se iba a morir. Para cuando logró identificarse como periodista, estaba rodeado por diez pelafustanes. En plena carretera, a la vista de todo mundo, en una zona por donde circulan vehículos militares, lo subieron a la parte trasera de la cabina de una pick up oscura. Con la camioneta en marcha, le pusieron una bolsa en la cabeza que no lo dejaba respirar. Uno de los captores lo tenía atenazado por el cuello y le exigía que le contara qué hacía en Ahuehuepan. Se trata del mismo poblado donde, el fin de semana previo a la explosión, habitantes detuvieron y golpearon a soldados que iban en persecución de presuntos huachicoleros. Por esos hechos no hubo un solo detenido. Los militares salvaron la vida de milagro. Daniel correría con la misma suerte. Durante el interrogatorio, se enteraría que no fue la foto de la pinta la razón por la que lo habían levantado, sino otra, la que tomó de unas cruces donde habían matado a dos huachicoleros, en el poblado de Pedro María Anaya, a cinco kilómetros de ahí, en el extremo norte de la presa Endhó. La anécdota revela la forma en que los criminales tienen vigilada la zona. No hacía falta, pero se lo confirmaron: “Tenemos hombres por todos lados”. Ya había caído la noche cuando lo llevaron con el jefe de la banda, que lo recibió con puñetazos. “Te va a llevar la chingada”, le advirtió. Nuevamente lo obligaron a identificarse y lo fotografiaron. “Te voy a dar una oportunidad”, le dijo por fin el hombre, también encapuchado, quien portaba un arma de alto poder. “Quiero que te largues del estado, no quiero verte nunca por este rumbo. Si te vuelvo a ver, ya no lo cuentas”. El secuestro, que había durado media hora, había concluido. Pero antes, le dieron instrucciones precisas para salir de la zona. “Si volteas, te mato” fue la última de ellas. La crónica que escribió Blancas finaliza así: “A las 19:22 horas, hui de esa región salvaje, sin ley, donde se reporta menos robo de combustible, pero se mantiene intacto el control de la delincuencia organizada, aquella a la cual se ha presentado la bandera de la paz, porque la guerra contra el crimen ha terminado”. Los hombres que secuestraron a este periodista, a sólo 100 kilómetros de la Ciudad de México, le dejaron un mensaje inequívoco para el mundo. “Aquí mandamos nosotros”. A 17 regiones como esa acaban de mandar a más de 10 mil elementos de las fuerzas federales –600 a cada una– como parte de un operativo extraordinario contra la violencia criminal. Será una buena noticia si con ello se logra contener la ola de homicidios que se ha abatido sobre ellas desde principios de año. El problema es que a esos soldados, marinos y policías federales los mandan sin armas largas. Como un “ejército de paz” para hacer frente a unos hijos de la chingada –ellos sí, armados hasta los dientes– en cuyas manos está la decisión de si una persona vive o muere. Ellos mandan allí y difícilmente un programa social va a cambiar esa situación.