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06:13 miércoles 22 abril, 2020
PLUMAS NACIONALESEditorial EL UNIVERSAL / ¿Por qué no paran los homicidios? Hace un mes, en este espacio, hice el siguiente pronóstico: “Si la tendencia se mantiene en los días finales del mes, marzo cerraría con un total de 3,069 a 3,193 víctimas. Es decir, tal vez estemos muy cerca o rebasemos el pico alcanzado en julio de 2018.” Desgraciadamente, no me equivoqué. Hace dos días, el SESNSP dio a conocer las cifras de incidencia delictiva correspondiente al mes de marzo. El total acumulado de víctimas de homicidio doloso y feminicidio fue 3,078, dentro del rango previsto. Seguimos, como desde hace dos años, rebotando en torno a 3 mil víctimas por mes. En abril, los datos apuntan a ser un poco peores. En la cuenta diaria que lleva la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), llevábamos hasta ayer un promedio diario de 85.9 víctimas. Si se mantiene esa tendencia, vamos a cerrar el mes con un total de 3,104 a 3,221 víctimas de homicidio doloso y feminicidio en el conteo del SESNSP. Esto no deja de ser paradójico. Al fin y al cabo, estamos en una pandemia, con actividad restringida y una buena parte de la población confinada en casa. En teoría, esas condiciones deberían producir una disminución sustancial de los delitos violentos cometidos en el espacio público. Eso ha sucedido en otros países. En Nueva York, por ejemplo, hubo una reducción de 25% en el número de homicidios en las dos semanas que siguieron al inicio del confinamiento. En El Salvador, se han registrado varios días sin homicidios desde el inicio de la crisis sanitaria. ¿Por qué no hemos visto caídas similares en México? No tengo una explicación muy convincente, pero van algunas hipótesis: 1. Las medidas de confinamiento en México han sido poco estrictas. Salvo en un par de estados, no se han impuesto restricciones efectivas a la movilidad de las personas. Múltiples sectores económicos no esenciales siguen funcionando con cierta normalidad. En esas circunstancias, no es extraño que el impacto sobre el delito violento sea casi inexistente. 2. Las personas que se pueden quedar en casa no están entre los grupos sociales más expuestos a ser asesinados. En México, el homicidio es un fenómeno que se ensaña sobre personas jóvenes, pobres y con bajos niveles de instrucción formal. Es decir, se ubican mayoritariamente en los segmentos sociales que no puede hacer “home office” y que tiene que salir a calle a ganarse el sustento diario. Por tanto, siguen tan expuestos como antes de la pandemia. 3. Tal vez haya habido un incremento de homicidios dentro de los hogares. Sabemos, por llamadas al 911, que ha habido un incremento de casos de violencia intrafamilar. No es impensable que un buen número de esos incidentes haya culminado en violencia letal. 4. Impunidad mata pandemia. La gente sigue matando porque puede y porque, salvo en contadas excepciones, no va a pagar por quitarle la vida a otra persona. Dado eso, la violencia sigue imparable, aunque haya menos personas en la calle. Cualquiera que sea la explicación, es muy mala noticia que la violencia persista aún en las condiciones excepcionales creadas por la pandemia. Sugiere que la situación puede empeorar una vez que recobremos cierta normalidad, pero en medio de una terrible crisis económica. Si es el caso, es posible que nos tengamos que seguir quedando en casa, pero para no recibir una lluvia de plomo.
Frentes Políticos 1. Mano muy dura. Es claro que este país se construye semana a semana. Y esta vez, como ya se ha expresado en algunos congresos locales, toca legislar para endurecer las sanciones a quienes agredan a personal del sector salud. En la Ciudad de México, una pareja que agredió, la semana pasada, a una enfermera del IMSS, supuestamente porque “les trajo el virus”, fue detenida por elementos de la Policía de Investigación. Es apenas una de las cuatro denuncias que personal médico presentó ante la Fiscalía General de Justicia por agresiones durante la emergencia sanitaria. En este caso, la víctima fue Francia Itzel, una enfermera que trabaja en la clínica de gineco-obstetricia del IMSS. Ernestina Godoy, la procuradora capitalina, no debe tentarse el corazón o habremos perdido todos y esto seguirá sucediendo. 2. Con todo. Aumentan los estragos que va causando el coronavirus en México, en una batalla que apenas comienza. La declaración de la Fase 3 de alerta sanitaria en el país obedece a que se entra a la etapa más agresiva del coronavirus y, muestra de ello, es que en 24 horas, de lunes a martes, se produjo el número más alto de muertes por COVID-19 en el país: 145. “Hoy queremos dar por iniciada la Fase 3 de la epidemia, recordando que estamos en la fase de ascenso rápido, donde se acumularán un gran número de casos de contagios, de hospitalizaciones, pero debemos seguir manteniendo la Jornada de Sana Distancia, para que estos sean los menos posibles”, anunció el epidemiólogo Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud. Bajar al máximo el ritmo al país es lo que salvará vidas. El sector salud está preparado para lo que venga. Total confianza. 3. Soluciones virtuales. El calendario del actual ciclo escolar será modificado para concluir dos semanas posteriores a la versión inicial, anunció el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma. El ciclo concluía el 3 de julio y ahora terminará el 17 de julio. “Agradezco la excelente disposición de maestras, maestros y dirigencias sindicales y autoridades educativas locales para asumir juntos este esfuerzo”, expuso el secretario. Si bien reconoció que hay alumnos que no tienen acceso a las clases virtuales que brinda la SEP, la inmensa mayoría de los jóvenes de escuelas públicas sí tienen acceso a ellas. Hay rubros que no se pueden quedar abandonados y el acceso a la educación es uno de ellos. Así que a estudiar, que no son vacaciones. 4. Con manzanas. La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, llamó a presidentes municipales del país a hacer conciencia en los ciudadanos sobre el cumplimiento de las medidas como parte de la Fase 3. Al participar en el diálogo virtual del Instituto Nacional para el Federalismo, desde las oficinas de Bucareli, con funcionarios de 74 municipios de 12 estados del país, habló sobre los cuidados que debe tener la población. “Tiene que ser una fase en la que, más que nunca, nos cuidemos, más que nunca, acatemos las disposiciones del Consejo de Salubridad General y, más que nunca, nos quedemos en casa. Ustedes son el nivel más cercano a los ciudadanos, por lo tanto, son los primeros responsables de respetar los derechos”. ¿A estas alturas, estarán enterados los 2 mil 464 alcaldes del país? 5. Garantía. Mientras algunas empresas, argumentando insolvencia, están despidiendo a sus empleados, el gobierno federal garantiza que ninguno de sus colaboradores perderá su trabajo. El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que, pese a la crisis económica y sanitaria, ningún trabajador del Estado perderá su empleo y se garantizará que la mayoría de los mexicanos tenga acceso a los servicios de salud, educación y alimentación. Garantizó, además, “que el dinero no se quedará en el gobierno, sino que se seguirá trasladando al pueblo”, pues se mantendrá la fórmula que ha aplicado desde que llegó al gobierno: “Eficiencia, honestidad, austeridad y justicia, todo el ajuste, el apretarnos más el cinturón; tiene como propósito proteger a la mayoría de los mexicanos”, agregó. Cuando pase la crisis seremos, no lo duden, mejores mexicanos. Cinco a uno…