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07:07 viernes 18 enero, 2019
PLUMAS NACIONALESFRENTES POLÍTICOS I. Sana distancia. La sesión de ayer duró apenas seis minutos 14 segundos, lo que marcó un hecho inédito, porque nunca en el Senado se había citado al Pleno para anunciar sólo la recepción de una terna presidencial. A pesar de las críticas de la oposición que decía que impondrían a un “fiscal carnal”, el presidente Andrés Manuel López Obrador envió su propuesta con Bernardo Bátiz, Eva Verónica de Gyves y Alejandro Gertz Manero, para que uno de los tres encabece la Fiscalía General de la República. La propuesta ya fue turnada a la Comisión de Justicia para que comparezcan los candidatos. Todo apunta a que será Bernardo Bátiz, quien reconoció ser amigo del Presidente, pero afirmó que eso no le va a impedir comportarse con independencia si es nombrado. Juntos, pero no revueltos. Ya no le den vueltas al asunto… II. ¿Nadie se salva? El Inai ordenó a la Secretaría de la Función Pública dar a conocer los informes de irregularidades detectadas en el INBA, durante las cuatro auditorías practicadas entre 2015 y 2017. El comisionado presidente, Francisco Javier Acuña Llamas, señaló que no tiene cabida la reserva de la información, ya que se trata de auditorías concluidas y no de los procedimientos de responsabilidad derivados de éstas. Irma Eréndira Sandoval, titular de la SFP, enfrentará una de sus primeras pruebas. Se sabía de irregularidades con los empleados del INBA, a quienes durante 2018 les retuvieron sus pagos. En México lo que menos importa es la cultura y los mexicanos que trabajan en promoverla, peor. ¿O, en este sentido, ya cambió el país? III. Las cifras. Como resultado de la estrategia nacional contra el robo de hidrocarburos, el Gobierno Federal informó que, en los últimos 45 días, ha sido posible remitir ante la autoridad judicial a 165 personas involucradas en esta actividad criminal; 124 están vinculadas a proceso y 45 se encuentran en un centro carcelario como presuntos responsables del delito de huachicoleo. De acuerdo con el subprocurador de control regional, procedimientos penales y amparo de la PGR, Roberto Ochoa Romero, del 1º de diciembre del 2018 al 16 de enero de este año han iniciado mil 831 carpetas de investigación, de las cuales en 266 ha habido detenidos, mientras que en mil 565 no ha habido imputados. Se trabaja para detener a ladrones de combustibles, así que unas horas en la fila de las gasolinerías son nada en comparación con el escenario que viene. ¿Sa acabó? IV. Patadas de ahogado. Joaquín Guzmán Loera y su equipo de abogados ya no saben qué inventar con tal de que el capo salga librado de todos los delitos que se le imputan en una corte en Brooklyn, en EU. Recientemente, en el juicio se mencionó que gente de El Chapo le dio dinero a personas cercanas al actual mandatario de México cuando aspiraba a la Presidencia en 2006. Gabriel Regino, quien fue subsecretario de Seguridad Pública del Gobierno del Distrito Federal en aquel tiempo, ha negado rotundamente haber recibido sobornos. De qué tamaño debe ser el miedo que Guzmán Loera tiene de ser encontrado culpable que ya no sabe qué decir en su defensa. Que ya lo acepte, nada podrá salvarlo de la justicia. V. Y apenas comienza. En Veracruz los problemas no terminan. Cuatro miembros del gabinete del gobernador Cuitláhuac García Jiménez fueron denunciados por ejercicio indebido del servicio público, al haber rendido protesta sin cumplir los requisitos que marca la Constitución local. La denuncia fue presentada por diputados del PAN contra Hugo Gutiérrez Maldonado, secretario de Seguridad Pública; Mónica Leslie Garibo, contralora estatal; Guadalupe Osorno Maldonado, secretaria de Protección Civil, y Soraya Prado Rivera, secretaria técnica del Consejo Estatal de Población. No son nativos de Veracruz y, al menos en un caso, no están titulados. Mes y medio al frente y ya le llueven pedradas a García Jiménez. Lo que le espera.
BITÁCORA DEL DIRECTOR (PASCAL BELTRÁN DEL RÍO) /Tandas: déjà vu
La economía mexicana ha quedado a deber en la generación de empleos formales. De acuerdo con cifras oficiales, durante el sexenio de Vicente Fox (2000-2006) se crearon 1.4 millones de puestos de trabajo permanentes y eventuales. Con Felipe Calderón (2006-2012), la cifra fue de 2.1 millones. El pasado gobierno, el de Enrique Peña Nieto, presumió haber alcanzado un récord en la materia: 4.1 millones de empleos. Según el Consejo Coordinador Empresarial, México necesita crear un millón de empleos al año para integrar al mercado laboral a todos los jóvenes que se suman a la población económicamente activa. Para el colectivo México ¿Cómo Vamos?, el requerimiento es aún mayor: 100 mil mensuales. Es decir, el país se ha quedado corto en la materia. En 18 años debieron generarse al menos 18 millones de fuentes de trabajo, pero, según datos oficiales, sólo se crearon 7.6 millones. Esto ha dado lugar a un crecimiento exponencial de la informalidad. Actualmente, unas 30 millones de personas laboran en el sector informal de la economía, esto es, casi 57% de las que trabajan. Para completar la cifra de quienes no se benefician de tener un empleo formal, hay que agregar unos dos millones de desocupados. La incapacidad de crear los puestos de trabajo que el país necesita ha llevado a las autoridades a ensayar formas de autoempleo que se encuadran en la lucha contra la pobreza. Una de ellas es el microfinanciamiento de proyectos productivos. El programa más reciente de ese tipo es el que anunció esta semana el presidente Andrés Manuel López Obrador, denominado Tandas para el Bienestar. Para financiarlo, se tienen contemplados seis mil millones de pesos del Presupuesto 2019. El dinero se utilizará para dar un millón de créditos de seis mil pesos sobre el que no se cobrarán intereses a los beneficiarios. Éstos serán absorbidos por el erario y corresponden a unos 300 millones de pesos. Estas “tandas” serán repartidas entre pequeños comerciantes y empresarios. Durante su conferencia de prensa del miércoles, en Palacio Nacional, el Ejecutivo detalló que si un pequeño comerciante necesita comprar un refrigerador o estufa o algún otro bien para su negocio, podrá pedir el crédito a la palabra y pagarlo en un año, en parcialidades de 500 pesos mensuales, a partir del tercer mes. Si termina de pagarlo, podrá solicitar uno nuevo. Como le digo, no es la primera vez que el gobierno federal pone en marcha este tipo de programas. La existencia de éstos se remonta, cuando menos, al sexenio de Fox, cuando existió el Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario (Pronafim), que fue encuadrado en la Secretaría de Economía. Creado en 2001, el Pronafim tenía la finalidad de reducir el número de trabajos informales por medio de la generación de autoempleo. Quizá usted recuerde más este programa por la palabra “changarros” que usaba el entonces Presidente para referirse a los negocios propios que se pretendía impulsar mediante el Pronafim. De acuerdo con el estudio “Small is Beautiful. La política de microfinanciamiento en México: impacto y rentabilidad social”, del doctor Henio Millán Valenzuela, entre 2001 y 2004 el Pronafim entregó 575 mil microcréditos, que generaron unos 373 mil empleos, 161 mil de ellos autoempleos. Durante todo el sexenio de Fox, el programa otorgó unos siete mil millones de pesos en créditos. De acuerdo con el investigador de El Colegio Mexiquense, la generación de empleo mediante microcréditos tiene una alta relación costo/beneficio, pues “mientras en la economía nacional un empleo cuesta, en promedio, 14.81 salarios mínimos elevados al año, el Pronafim genera un empleo, mediante su política de microcréditos, con sólo 0.16 salarios mínimos anuales”. Aun así, el estudio subraya que los salarios que paga este tipo de micronegocios son bajos. “Se duda de la capacidad de generación de ingresos de los empleos vinculados a las microfinanzas. La duda es razonable cuando nos referimos a los trabajos indirectos, (pues) sólo 51% de los empleos subordinados son remunerados en el caso del Pronafim”. La contratación con salarios bajos se debe, apunta Millán Valenzuela, al “empleo familiar y la condición de pobreza de los trabajadores subordinados”. En el caso del Pronafim, “los familiares representan 53% del empleo indirecto”. En suma, los microcréditos pueden ser un buen instrumento para generar empleo, pero valdría la pena revisar los resultados de experiencias anteriores, como la sobrevivencia de los negocios, la estructura salarial y los derechos laborales. Siempre es arriesgado regalar dinero –en este caso, los intereses del crédito– y puede prestarse a la obtención de malos resultados y a la manipulación política. Por ello, la evaluación objetiva y documentada de los logros de este programa debe estar en la mente de funcionarios y académicos.