Este domingo 1 de abril inicia el Horario de Verano, mismo que terminará el último domingo de octubre de acuerdo con lo establecido por la Secretaría de Energía, el reloj tendrá que adelantarse una hora durante la noche del sábado, antes de irse a dormir. De acuerdo con el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE), en 2017 el Horario de Verano permitió el ahorro de mil 311 millones de pesos, lo equivalente al consumo de 571 mil casas habitación durante todo un año, y a su vez, evitó la emisión a la atmósfera de 402 mil toneladas de bióxido de carbono. Sin embargo, mientras la Secretaría de Energía destaca este tipo de beneficios, los ciudadanos aún se muestran inconformes con la medida, sobre todo por el periodo de adaptación que deben pasar cada vez que se adelanta o atrasa el reloj. El señor Everardo Castro aseguró que es difícil adaptarse al cambio los primeros días, pues para él es cortar una hora de sueño, lo que afecta su organismo “Me adapto más fácil al de invierno, porque pues si se tambalea uno, te cortan como quien dice una hora de la noche, se destantea uno” Antonia Cano, dijo que no queda más que aguantarse, pues es una medida tomada por el gobierno, sin embargo, sigue prefiriendo el horario de invierno, reprochó que apenas se empieza a adaptar el cuerpo a un horario, cuando ya se tiene que volver a cambiar el reloj. “Cuando es el cambio si se descontrola, y cuando ya se impuso uno, vuelven otra vez a cambiar, ya ni modo, se aguanta uno”. Esta medida comenzó a aplicarse en México en 1996, con el objetivo de reducir el consumo de energía eléctrica en la temporada en que hay mayor demanda de electricidad, ya que también en esta temporada se registra una mayor insolación en el país.