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El divorcio entre Gobierno y Empresarios vive su momento más álgido, esta separación deja a los niños ( trabajadores ) en una posición incómoda
22:14 domingo 20 diciembre, 2020
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Samuel García conoce trabajadores con sueldos de 50 mil pesitos que viven felices y comen algo más que perdiz… Entre golf, machismo y castigos dignos de junior regiomontano, el político “mi rey” debatía sobre una política filantrópica, una utopía total que representaría la fuga de todos los que ven en cada elección su posibilidad de mejora personal… no del pópulus. Entre mañaneras, personajes circenses y la grilla propia de los que hacen mucho ruido y poca nuez, el 2020 ha reflejado la incapacidad general de respuesta ante una pandemia que mostró las carencias de dirigentes poco creativos pero de muy buen discurso. Derecha o izquierda, nadie se salva en un tiempo de filtro, próximas elecciones abren acusaciones de todo tipo que ponen en evidencia la urgencia de una política diferente. Mentadas de mother, acusaciones de viene y va, presumideras y desplantes que, si usted me lo permite, no proponen NADA, simplemente unos contra otros hasta sacar dinero, puesto, voto, mole y lo que sea necesario. El divorcio entre Gobierno y Empresarios vive su momento más álgido, esta separación deja a los niños ( trabajadores ) en una posición incómoda. El apoyo de empresarios a precandidatos es inevitable, cada quién mueve su ficha para poder tener un mejor panorama, el Gobierno Federal aplica un Jaque Mate justo al final del pandémico año, una apretada soga con el aumento del 15% en el salario mínimo nacional, pesada lápida para la regeneración del empleo y la posibilidad de un crecimiento turbo. Mientras unos ven “suelditos” de 50 mil, otros ven la miseria de un ingreso que no alcanza ante las constantes subidas de precios, dos panoramas distantes en los que unos tienen mucho bla bla bla y otros hacen con las manos el trabajo… El aumento es más que justo, pero no viable! Molesta ver la diferencia salarial y provoca algo que políticamente es correcto, económicamente erróneo; este incremento hace inviable la sobrevivencia de muchas pequeñas y medianas empresas, una posición que fomentará la informalidad laboral y la pérdida de prestaciones laborales. Con políticas de empleabilidad esto sería factible una vez se recuperara la producción, se controlara la inflación y se dieran escenarios más prometedores que el actual. El aumento del 15% al sueldo mínimo en el 2021 sitúa en 141,7 pesos diarios el pago en todo el país ( 213,39 pesos para la frontera norte ), posición en la que las patronales defendieron una subida de hasta un 10%, insuficiente para un López Obrador urgido de titulares positivos. La economía nacional caerá un 9% en 2020, rebotará un 3,8% en 2021, representando la peor de la crisis con una pérdida de 12 millones de empleos, formales e informales... En este cierre resulta increíble como México destaca como uno de los países emergentes que menos recursos ha dedicado a la respuesta a la crisis económica, poniendo la carga en empresarios que, dada la naturaleza del negocio, empezarán a ver salidas más redituables que la de seguir aguantando discursos presidenciales sin acción.
Así la polaca! Entre política fresa y barrio de puro chico malo, parece que estamos en un mundo de todos contra todos y por todos, mera distracción para no afrontar temas de relevancia; si de aumentos hablamos, conocer los bonos navideños políticos calará mucho más duro que cualquier discurso, aunque no hay de qué preocuparse, siempre nos quedará el avión presidencial…