Sólo han pasado unos cuantos días desde que los fundadores de Instagram, abandonaron el barco llamado Facebook por diferencias irreconciliables con el dueño de ésta y aunque se dijo que nada cambiaría, hoy se está viendo todo lo contrario. Prueba de ello, es la nueva función que Instagram está probando en la configuración de privacidad, donde se permite que los datos de geolocalización, se compartan con Facebook pues ésta los ocupará con fines publicitarios, ya que se quiere comenzar a recomendar varios productos y/o servicios relevantes para los usuarios, a través de los anuncios. Esta información se obtendrá gracias al historial de ubicaciones que comenzará a generar el usuario, el cual previamente no estaba implementado porque ni siquiera existía. Al notar esto, las personas comenzaron a mostrar sus molestias, porque ya era suficiente con que Facebook supiera cada paso que dan, así que un portavoz de ésta red social salió a explicar a TechCrunch que no se trata de un hecho, sino de una serie de pruebas: “No hemos introducido actualizaciones a nuestra configuración de ubicación. Como ya saben, a menudo trabajamos en ideas que pueden evolucionar con el tiempo o, en última instancia, no ser publicadas. Instagram no almacena actualmente el historial de ubicaciones. Mantendremos a la gente actualizada con cualquier cambio en nuestra configuración de ubicación en el futuro”.

Sin embargo, estas declaraciones sólo han dejado entrever que es una herramienta que tarde o temprano se implementará, a pesar de que a los usuarios no les agrade, pues los negocios con las marcas pesan más que las opiniones de sus usuarios. Lo único que queda hacer por el momento, es esperar a que las pruebas terminen, para que de esta manera se vea cuál será el siguiente paso entre estas dos redes sociales que estaban muy bien cuando se encontraban separadas. -- UNOCERO