Investigaciones científicas afirman que las personas que suelen llegar tarde son más exitosas y felices. Aunque profesional y socialmente la impuntualidad es vista como una falta de respeto, en realidad podría ser una señal psicológica de que una personas es más feliz que las otras. En su libro Never Be Late Again, Diana Delonzor explica que quienes suelen llegar tarde de forma crónica es porque no son buenos para calcular el tiempo que les llevará hacer sus tareas y responsabilidades, pues por su tipo de personalidad perciben que el tiempo pasa más lento. Por ello, si alguien les pide realizar una tarea de 90 minutos en sólo una hora, por lo general dirán que sí pueden hacerlo. En ese libro, Delonzor afirma que las personas que llegan tarde tienen más optimismo: Algunas personas tienden a ser optimistas y poco realistas, lo que afecta su percepción del tiempo”. Si bien, prometer más de lo que se puede hacer puede ser poco profesional, frente la vida esta actitud entusiasta puede resultar útil. Las personas que llegan tarde también mantienen la calma cuando hay estrés y presión a su alrededor, logrando resolver mejor los problemas durante los momentos críticos. Esto hace a las personas más exitosas en el ámbito laboral, aún y cuando no lleguen a tiempo a las reuniones. De hecho, resuelven problemas más rápido pues el estrés no les bloquea la mente. Por lo general estas personas tienen la personalidad tipo B, establecida por el psicólogo Jeff Conte, quien afirma que estos individuos tienen menos riesgos de padecer enfermedades coronarias, algo que suele estar vinculado al poco estrés que viven. En conclusión, llegar tarde no necesariamente representa una desventaja. -- Noticieros Televisa

Foto: Pixabay