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Cuando llegó la última reserva, los compradores del establecimiento se apresuraron a ver qué alcanzaban
07:13 miércoles 20 septiembre, 2017
NegociosAnte la falta de luz eléctrica en la Ciudad de México, uno de los artículos más disputados en los supermercados fueron las velas y veladoras. En una tienda ubicada en la Delegación Coyoacán, la afluencia de compradores era superior a la que normalmente se registra un martes pero no tanto a lo que normalmente hay un fin de semana, explicó uno de los acomodadores de piso. Funcionando con la planta generadora, debido a que en la zona no hay corriente eléctrica, no todas las lámparas estaban encendidas ni la música de ambientación funcionaba, como usualmente lo hace. La reserva de velas de esta tienda, que no ocupa en los estantes más de 2 metros cuadrados, estaba casi agotada. "Tuvimos que sacar de la bodega éstas que teníamos muy guardadas, porque la gente nos lo estaba pidiendo. Pero ya nomás nos quedan de estas de vasito, veladoras sencillas y algunas de estas pequeñas", dijo el acomodador a Grupo REFORMA. Los precios van entre 4 pesos las de la marca propia de la tienda y hasta 30 pesos en el caso de las más grandes y con un vaso protector estilizado, además de paquetes de distintos tamaños y presentaciones de entre 40 y 100 pesos. Cuando llegó la última reserva, los compradores del establecimiento se apresuraron a ver qué alcanzaban. La preocupación, según explicó Alicia Claverán, ama de casa de 38 años, es que luego del sismo, el suministro eléctrico no regresa y les preocupan las siguientes horas. "Estamos acostumbrados a tener luz, no tenemos ya ni batería en el celular, pero mejor vine a comprar algunas velas antes que anochezca", dijo. Otros artículos percibidos como de emergencia también fueron muy socorridos. El agua embotellada fue uno de los artículos más recurridos por los consumidores, llevando sobre todo grandes cilindros y dejando de lado las presentaciones individuales o más pequeñas. Del pasillo del atún en lata también se percibían muchos espacios vacíos. Sin embargo, como en estos dos artículos el inventario es mucho mayor, no hubo desabasto ni los desencuentros entre los clientes por conseguir alcanzar lo que se deseaba. En la sección de farmacia, el pequeño grupo de botiquines prearmados se veía vacío. Esta tienda sólo tiene dos variantes, uno de 70 pesos, más grande y con más productos, y otro de 40, mucho más limitado. De éstos también se notaba que los consumidores los habían buscado puesto que se apreciaban huecos. -- REFORMA