Los estados pagan la mayor parte de sus deudas con recursos que reciben del Gobierno federal. Al cierre de septiembre, la deuda de los gobiernos estatales, según cifras de Hacienda, sumó 508 mil 419 millones de pesos, de los cuales 80.5 por ciento se paga con participaciones, que son recursos que el Gobierno federal transfiere a las entidades. Con sus recursos propios, que se componen de la recaudación estatal y otros ingresos que pueden tener los gobiernos locales, sólo pagar 8.7 por ciento de sus deudas. Además, muchas entidades han direccionado buena parte de sus participaciones a un vehículo, generalmente bajo la forma de un fideicomiso, que tiene como fin el pago de la deuda, esto implica que la Tesorería de la Federación hace el depósito directo a un fideicomiso que la entidad le indicó previamente. Tomando en cuenta las fuentes de pago registradas, según Hacienda, ocho entidades, entre las que se encuentran la Ciudad de México, Coahuila, Hidalgo, Querétaro y Jalisco planean pagar la totalidad de sus deudas sólo con participaciones. Otras como Morelos, Durango y Veracruz tienen una deuda que depende un poco menos de sus participaciones pero se compensan el resto con aportaciones. En el caso de Oaxaca, Michoacán, Chiapas y Colima los porcentajes de deuda que dependen de las participaciones rondan 60 por ciento, mientras el resto se busca cubrir con ingresos propios. Para Tamaulipas y Chihuahua, la mitad de la deuda tiene como fuente de pago las participaciones, mientras que la otra mitad será pagada con ingresos propios. -- Reforma