“Yo soy Carlos Felipe N., y yo soy papá de Karla María N. que fue asesinada el domingo 18 de agosto del año en curso”, así se presentó en un restaurante del Centro Histórico donde pensó haber sido convocado por los medios de comunicación, cuando en realidad los reporteros atendían el aparente llamado del padre que perdió a su hija a causa de un feminicidio. Ambas partes aprovecharon el encuentro incidental, por eso el señor Carlos Felipe quien radica en otro país accedió a hablar con la prensa para contar cómo han sido estos días aciagos de contemplar una realidad inaudita. Pero desconocía la situación, apenas unos días antes de los hechos, habló con ella. ¿Cómo recibe esta noticia? , se le preguntó: “Vía telefónica, por parte de mi hijo, el menor de mis hijos, me habla informándome que mi hija sufrió un accidente y que es necesario que me presente yo a aquí a la ciudad de San Luis Potosí, agarré dos pantalones, dos camisas, un traje, me subí a mi vehículo y en compañía de mi esposa manejé toda la noche”. Al llegar, pudo encontrarse con el vicefiscal Aarón Edmundo Castro de quien aceptó las condolencias, entonces supo de los pormenores del fallecimiento de su hija, que estuvo como NN, como persona no identificada, “no me dio grandes rasgos, por el impacto emocional y poco a poco fuimos platicando, me dio por enterado cómo habían sucedido los hechos… ustedes ya lo saben”. Para Carlos Felipe, lo único importante es hablar de Karla aquella mujer que se convirtió en ejemplo de muchos a su alrededor. “Te amo papá, te amo hija” es la despedida que recuerda la última vez por teléfono.  “Era una excelente hija, con sus problemas propios como cualquiera aquí presente, era una excelente amiga, era una excelente madre” justo ahí, el padre de Karla tomó unos segundos para continuar “me duele decir pero es con la hija que mejor relación tenía yo”. A la presunta autora intelectual, la única mujer detenida de 4 personas por haber prendido fuego a Karla y después provocarle la muerte; a ella Jenny Esmeralda la conocía, era cercana a su hija, fueron compañeras en una escuela, confirmó el padre e incluso aseguró tener pruebas que existía una amistad. “Si usted estuviera embarazada, y yo fuera y le organizo un baby shower y una fiesta, me imagino que es una amistad, así era mi hija, mi hija siempre ayudó, y tengo todas las pruebas, siempre ayudó a quien la necesitaba… siempre”. No tiene nada qué reclamar a la autoridad, así lo sostuvo todo el tiempo, pues capturaron y procesaron a los 4 responsables, a quienes solo pudo explicar su comportamiento debido a una mala educación y formación, ya que todo empieza en casa, señaló. “Dios es el último que tiene que ver con esto, los seres humanos somos los que nos disparamos, los que no nos respetamos como seres humanos unos a otros, no es obligación del gobierno hacer caprichos de nadie, la obligación del gobierno es trabajar para la sociedad”. Advirtió que sería labor de la autoridad judicial determinar la responsabilidad de los sujetos detenidos, pero especialmente agradeció a quienes estuvieron a cargo de la investigación en la Fiscalía, porque en menos de una semana esclarecieron el hecho y detuvieron a los presuntos responsables de la muerte de Karla. “Que sea el sistema judicial quien los juzgue, que sea la sociedad quien los juzgue”, expresó Carlos Felipe, y luego de un silencio de varios segundos, retomó su idea “a mí me quitaron algo muy querido, que es un hijo, es irreparable, por el daño que me hicieron a mí, yo los perdono, que Dios los bendiga, yo no tengo nada en contra de ellos, no saben lo que hicieron, ante la justicia y ante Dios, que ahí se la echen”. Karla de 30 años de edad falleció en el Hospital Central luego de la gravedad en las quemaduras en el cuerpo que presentaba, horas antes había sido rociada con gasolina por cuatro personas ahora detenidas quienes están en prisión preventiva; aquella madrugada del lunes alcanzó a pedir auxilio, pero los policías solo alcanzaron a que tuviera atención médica pero no sobrevivió.