Por segundo año consecutivo, el Salón de la Fama recibirá a un integrante que estuvo un solo año en la boleta y que pasó toda su carrera con el uniforme de los Yanquis, luego del ingreso del panameño Mariano Rivera en 2019. Tal como lo confirmó el presidente del Salón de la Fama, Tim Mead, la placa de Derek Jeter estará al lado de la de Rivera. “Es increíble”, dijo Jeter en la presentación oficial. “Tal vez sea el mejor relevista de todos los tiempos. No hubiésemos tenidos tantos campeonatos de no ser por él. Era automático. Será un honor para mí estar en el Salón de la Fama, no me importa en dónde me pongan, así sea en el baño”. Aunque Jeter se quedó a un voto de poder igualar el 100 por ciento que tuvo Rivera, Jeter dijo que eso no le preocupa y prefiere enfocarse en los 396 votos que recibió. “Soy un poco diferente. Me enfoco en los que tuve”, dijo Jeter. “Es difícil que todos concuerden con lo mismo, así que no pienso en eso. Estoy feliz de estar sentado en este escenario, y eso es algo que no pasa por mi mente”. Los caminos de Derek Jeter y Larry Walker rara vez se entrecruzaron durante el tiempo que jugaron en las mayores. “Hubo una vez en las Bahamas, cuando jugábamos al blackjack, que nos sentamos juntos por un rato. Estábamos con Matt Damon, nos sentamos ahí y jugamos un poco”, rememoró Walker acerca de una noche de recreación en que coincidieron algunos deportistas y celebridades. Ayer, ambos volvieron a verse, sobre un estrado que se instaló en en el penthouse de un hotel. En vez de jugar a los naipes, el objetivo era ser presentados como recién elegidos al Salón de la Fama. Walker, quien jugó hockey de niño y no abrazó el beisbol a los 16 años, fue seleccionado en su décimo y último intento en la votación de la Asociación de Cronistas de Beisbol de Norteamérica (BBWAA). Rebasó apenas por seis votos el 75 por ciento requerido.

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Excelsior