La celebración en Morena por el tercer año del triunfo del presidente Andrés Manuel López Obrador se convirtió en el “destape” de Claudia Sheinbaum como la sucesora del mandatario.

La actual jefa de Gobierno capitalina fue anfitriona de la celebración y quien más porras se llevó por parte de numerosos militantes que le gritaron en repetidas ocasiones “presidenta”. En contraste, el líder nacional del partido, Mario Delgado, fue abucheado por los morenistas que ocuparon los lugares traseros en el Auditorio Nacional.

  Incluso, Sheinbaum Pardo intervino y llamó a gobernadores en funciones y electos a acompañar a Delgado Carrillo como muestra de respaldo. La mandataria capitalina reconoció que en la Ciudad de México el exceso de confianza y la falta de unidad derivaron en la derrota electoral el 6 de junio; pero insistió en la “campaña de desprestigio” por parte de la oposición. Pero hay que decirlo por la fuerza: Morena ganó en el 75 por ciento de las casillas, por eso este resultado (el triunfo de la oposición) no se sostendrá por mucho tiempo, la mentira y el engaño están condenados al fracaso“, aseveró.

Aseguró que la Cuarta Tansformación supone una nueva forma de gobernar: sin privilegios ni corrupción y fundamentado en la austeridad republicana y la disciplina fiscal.

El dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, aseguró en su discurso que el partido obtuvo una contundente victoria en las elecciones del 6 de junio.

Aseguró que en términos de béisbol, el deporte favorito del presidente López Obrador, Regeneración Nacional “bateó a más de 300” y logró un triunfo de Serie Mundial. Pidió que así como Morena refrendó la confianza del pueblo mexicano, en marzo debe ratificar su apoyo al presidente López Obrador. Delgado Carrillo reconoció que existen diferencias al interior del partido, pero resaltó que los “conservadores” son los verdaderos adversarios de la Cuarta Transformación.

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Con información de Milenio