Probablemente sea el egipcio más famoso del mundo en este momento. Mohamed Salah no olvida a su pueblo y la etiqueta de crack que le acompaña en los campos de futbol también la demuestra fuera de ellos, esta vez con una donación de 450 mil dólares para que en su ciudad natal tengan agua potable. La figura del Liverpool y de la Selección de Egipto que participará en Rusia 2018 realizó este donativo para facilitar la construcción de una planta de tratamiento de agua en un terreno de cinco acres. Este no es el único gesto destacado del Faraón, ya que está construyendo un hospital y una escuela en su ciudad de nacimiento, Nagrid, y también dona cerca de cuatro mil euros en alimentos para familias desfavorecidas. Un profesor de su infancia hizo una confesión importante esta semana porque el boom benéfico de Salah es de opinión pública. "No puedo decirte lo mucho que significa para nosotros, honestamente. Lo que ha hecho por nosotros y por Egipto… simplemente no puedo explicarlo. Todavía viene a su aldea y nos visita. Para nosotros no es un extraño y nunca lo será". Mohamed Salah es el embajador del turismo en su país y no percibe un sueldo, ya que prefiere se use ese capital en obras públicas.

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Mediotiempo