Fiel a su actitud habitual en lo que a lidiar con polémicas y rumores se refiere, el cantante Miguel Bosé ha vuelto a echar mano de sus redes sociales para ofrecer un retrato claramente idílico del momento vital que atraviesa, marcado según él por las alegrías constantes que le brindan dos de sus cuatro retoños y, al mismo tiempo, por la oportunidad de poder disfrutar de su compañía en un entorno tan paradisíaco como en el que se encuentra en estos momentos. "Tiempo de amores, de familia", reza la escueta descripción que acompaña a las dos imágenes que ha publicado este fin de semana en su cuenta de Instagram, en las que aparece intercambiando miradas cómplices con sus pequeños mientras todos disfrutan de un agradable paseo en barco.

Además de presumir abiertamente de las bondades de la vida costera y sacar a relucir su lado más familiar, el astro de la música ha querido dejar patente a toda la comunidad virtual que, a diferencia de lo que se ha venido publicando desde que -el pasado noviembre- apareciera en el escenario de los Grammy latinos exhibiendo una voz más nasal y ronca que de costumbre, goza de una salud de hierro. "Estoy de vacaciones, estoy tranquilo, estoy feliz y no voy a contestar a ninguna tontería. Feliz año", aseguraba el propio intérprete en un vídeo colgado en la misma plataforma y solo tres días después de dar la bienvenida a 2019. El título de la grabación, "Mensaje para los que han preguntado por mí", dejaba entrever ya su intención de zanjar el tema de una vez por todas.

Por otro lado, de las instantáneas compartidas por Miguel Bosé también se desprende que, como alegaba su expareja Nacho Palau en el informe de la demanda que interpuso contra él para -a su juicio- hacer valer sus derechos como padre, sus cuatro hijos se encuentran en estos momentos separados los unos de los otros. Dos de ellos residen con el artista en México mientras que los otros dos hacen lo propio con el escultor en Valencia. --

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