El pasado viernes, 15 de febrero, con el anuncio del presidente López Obrador acerca del presupuesto extra con los que se pretende recuperar a Pemex, logró generar tensión entre distintas calificadoras y analistas económicos. Días previos a ese anuncio, circuló un documento que exponía los recursos adicionales que recibiría Pemex, correspondientes a los mil 300 millones de pesos. Ese anuncio contemplaba recursos extras para las finanzas de Pemex, sin embargo, esos recursos extras ya habían sido contemplados en el documento. Con ese presupuesto, para lograr ser efectivo, el combate al ‘huachicol’ tendría que cumplir su propósito, lo cual sería en un largo plazo. Las calificadoras, JP Morgan y Fitch Ratings, mostraron un rechazo. Esto debido que, para lograr elevar su plataforma de producción, necesitaría mayores ingresos, para lograr financiar la deuda y tener mayor productividad en las actividades de exploración y producción. Fitch disminuyó dos escalones su calificación, calificando de insuficientes las medidas de apoyo para Pemex, no lograría prevenir su deterioro en la disposición crediticia. Por otro lado, JP Morgan señaló la estrategia como una “decepción impactante”. En caso de que el anuncio hubiera contemplado los recursos extras, las calificadoras habrían generado confianza, manteniendo su perspectiva. Por otro lado, las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore) han mostrado mucho menor interés en invertir en papeles gubernamentales, esto al concentrar un 7 por ciento de la deuda de Pemex. El riesgo latente que muestra la perspectiva de los mercados financieros internacionales es debido a que Pemex necesita un enorme apoyo económico, por una suma superior a los 107 mil millones de pesos. Un flujo efectivo de fondo que intervenga en no aumentar la deuda, incluso contemplar los medios de producción y las reservas, una apertura del sector energético. --

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