Hace unos días nos enteramos que la Unidad de Inteligencia financiera puso dos denuncias contra Romero Deschamps y seis familiares por los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero. Al parecer esto no fue otra cosa más que una maniobra política para presionarlo a dejar el sindicato de Pemex. Posteriormente a la nota que causó revuelo por las dos denuncias en contra del líder petrolero, los trabajadores de las 36 secciones del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), expulsaron de sus filas al líder Carlos Romero Deschamps durante la Convención Extraordinaria que realizaron este miércoles y en la que, por voto libre, directo y secreto decidieron su expulsión de lo cual Romero ni pio dijo.  Y para no variar las cosas contra los huachicoleros denunciados penalmente no avanzan y los presuntos delincuentes por medio de amparos avanzan para recuperar sus bienes y cuentas congeladas. Me huele a impunidad. LOS MISMOS VICIOS DE SIEMPRE EN EL CONGRESO

Ahora que le estalló un nuevo escándalo a los actuales diputados donde se descubrió una gran cantidad de aviadores, cargamaletas, amistades y familiares de los legisladores contratados por honorarios como “asesores”, comprobamos que las cosas de fondo no han cambiado nada. Y me queda claro que los diputados van a seguir con sus corruptelas y abusos mientras la sociedad se mantenga pasiva y no les pongamos un alto. PELIGRO CON LA UNIDAD DE EVALUACIÓN 

Precisamente estos nuevos diputados están logrando tener un total control de las cuentas públicas para tener más viva que nunca “la ecuación corrupta”, ya que con la creación de la Unidad de Evaluación y Control ahora se tendrá sometida y chantajeada a la Auditoría Superior del Estado. Guarde esta columna y en fecha próxima comprobará el asqueroso y perverso fin para el cual fue creada verdaderamente esa unidad donde los diputados colocaron al monigote Jorge Ovidio Robledo.