Con una caída del 38 por ciento en los primeros cinco meses del año en la generación de nuevos empleos, según el IMSS; un incremento real del PIB de 0.2%; con una disminución del 21% en la inversión extranjera directa; disminución de recursos para el sector salud, sin dinero para becas, ni para investigaciones, tampoco para cultura, para estancias infantiles y así podríamos seguir con la “austeridad republicana”, pero si hay para entregar 30 millones de dólares a El Salvador. Miembros de la la Policía Federal, disfrazados de la Guardia Nacional, destacados en la frontera sur y norte del país viviendo en paupérrimas condiciones, durmiendo a la intemperie, algunos desarmados recorriendo la zona sin una vestimenta adecuada para soportar el clima de la región. Pero eso sí el titular del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño, los llama “fifís”. Parece que a este hombre se le olvidó el trabajo y las necesidades básicas de respeto a sus derechos humanos del personal de la Policía Federal. Que los acompañe un par de días, a ver si aguanta.  El escenario económico señala una recesión; el aeropuerto “Felipe Ángeles” no arranca; el espacio del que pudo ser un gran puerto aéreo se quiere inundar; un tren Maya que sufre recortes y tampoco pita y un Poder Judicial que pretende ser acotado, controlado. Una propuesta para echar abajo lo que tanto trabajo y hasta sangre ha costado, una democracia que es perfectible pero que permitió hacer un lado el control absoluto del partido o del ejecutivo en turno de las elecciones. Lo que pretenden es una “contrarreforma electoral”. Como sucede con la educación, en donde vuelven a entregarse las plazas a los sindicatos, para que sigan lucrando con los maestros y no sea la preparación y conocimiento el que se distinga, sino el maldito escalafón sindical. Que impere el asistir a las marchas y plantones y no los cursos de preparación tomados y asistencia al salón de clases con sus alumnos. Esto es lo que nos va dejando la 4T, sin respeto a las reglas, a las leyes a la independencia de poderes, a pensar distinto, a ver las cosas tal con son, al análisis claro de los números que arrojan las instituciones que comanda el “pastor de palacio”.

Estamos viviendo un gobierno inoperante ante tanta consulta a mano alzada y sin idea de cómo gobernar, porque la única que se tiene es la de estar en campaña permanente. ¿Lo entenderán?, esperemos que sí y no sea tarde, por lo pronto la actriz y cantante Susana Zavaleta ya lo comprendió y hasta pidió perdón por haber creído en las mentiras del “pastor”. DETALLES Desde aquí mi solidaridad con Ana Newman por lo que en Radio Universidad sucedió, eso pasa cuando no se entiende de no entender que la experiencia cuenta no la rimbombancia académica únicamente.

Ya contó cuántos medios hacen pío pío. Bien “maiceados”.