Liverpool no pudo aprovechar el dominio y las opciones que tuvo en Anfield y la serie de Octavos de Final de la Champions League tendrá que definirse en la Vuelta luego de igualar sin goles en la Ida ante el Bayern Múnich. Los Reds no tuvieron contundencia en un partido con muchas opciones, terminaron el encuentro con 16 disparos, de los cuales solo dos fueron al arco contrario, once desviados y tres bloqueados por la defensa. El resultado parece un premio para la visita, que terminó defendiendo el resultado en la última parte del juego y se va sin recibir gol. Los primeros 45’ minutos fueron de gran manufactura, trepidante, intenso, con opciones en ambos arcos que daban poco respiro a los arqueros. Aunque la posesión del balón fue para la visita, fueron los dirigidos por Jürgen Klopp los que tuvieron mejores opciones de gol. La primera del encuentro fue para Mohamed Salah al 12’, el egipcio le ganó la espalda a la defensa rival tras un balón largo de Jordan Henderson, pero Manuel Neuer estuvo atento para quedarse con el esférico. Joël Matip estuvo cerca de abrir el marcador, aunque en contra para los Reds, de no ser por Alisson Becker, quien evitó el autogol al 13’ luego de un centro de Serge Gnabry que encontró al defensor de 27 años. Sadio Mané tuvo la más clara para el local al 32’, cuando encontró un balón solo en el área, pero se precipitó en el disparo y el balón se fue por un lado del arco de Neuer. El ritmo bajó en la segunda mitad, se jugó más en el área del cuadro comandado por Niko Kovac. Liverpool dominó, se hizo del balón, pero no tuvieron claridad en el último cuarto del campo para romper la zaga de los bávaros, que no dejaron que aparecieran Mané y Salah. Luego de no hacerse daño, la Vuelta se jugará el próximo 13 de marzo en el Allianz Arena, donde el Bayern Munich no contará con Joshua Kimmich por acumulación de amarillas.

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Mediotiempo