Miguel Layún, jugador de Monterrey, tiene un “asunto pendiente” en su carrera y ese es regresar al futbol de Inglaterra, en el que estuvo con el Watford el primer semestre del 2015, pero considera que se quedó con ganas de estar más tiempo en aquel país, mismo que dejó para firmar con el Porto.   “No quería moverme en ese momento, así que fue extraño, muy difícil, pero también entiendo cómo funciona el fútbol. Tal vez en el futuro pueda volver a Inglaterra y convertir ese asunto pendiente en un asunto realizado”, declaró el mexicano en entrevista para el medio inglés, The Guardian.   Layún recordó que cuando decidió ir a la Segunda División de Inglaterra fue criticado, pero, por otro lado, buscaba algo diferente en su carrera, por lo que cuando logró el ascenso no dudó en celebrarlo al máximo, sin embargo, externa que fue complicado el festejo, aunque valora que pudo ser una persona más por las calles.   “Cuando nos ascendieron me puse a llorar. Había sido una gran apuesta unirme a Watford y dejar ir todas las otras oportunidades en México por este gran sueño que tenía. Si soy honesto, fue muy difícil para mi ego. Te juro, aquí en México llamaría a un restaurante y diría: 'Escucha, soy Miguel Layún y quiero cenar, ¿podrías reservarme una mesa?' Arreglarían algo, no importaba si estaba lleno o no. En Inglaterra cuando les llamé fue: 'Hola, lo siento, soy Miguel Layún de Watford'. La respuesta: ‘Err... ¿sí?’ Pero también me dio la oportunidad de vivir la vida que a veces necesitamos y deseamos, caminar por las calles y no ser nadie”.   El actual futbolista de los Rayados reveló lo complicado que fue adaptarse al balompié inglés, luego de que había tenido un exitoso 2014, año en el que logró un campeonato de Liga con América, además de que disputó su primer Mundial con la selección mexicana. “Había jugado en la Copa del Mundo, era una estrella en casa y ahora era como '¡Por favor... ni siquiera puedo agarrar la pelota! En Inglaterra pude sentir la diferencia de inmediato. Corres a través de las tres cuartas partes del campo y todo el mundo empieza a gritar '¡shoooooot!'. Puedes hacer el peor tiro de la historia y la gente te aplaudirá porque realmente aprecian que intentes anotar. Me encanta”.