De las recientes elecciones en nuestro País, donde resalta la afluencia de votantes y los muy pocos eventos desafortunados, constituyéndose en esa jornada ciudadana ejemplar, se han alzado con la victoria, en lo ancho y largo del País, principalmente los integrantes del partido de Movimiento de Regeneración Nacional, quienes ganaron la Presidencia de la República, pero también, la mayoría en el Congreso de la Unión y en el Senado de la República. De la misma forma, los que estuvieron en segundo y tercer lugar, lograron ganar algunas gubernaturas, presidencias municipales y curules en el Senado y, el Congreso de la Unión. La euforia está por todos lados para quienes han ganado. El número superior a los 30 millones de votantes, está por todos siendo presumiendo y, desde luego, lo inédito de personas que han decidido el rumbo de nuestra República. Una jornada en la que se respetó la expresión de la ciudadanía, dejando en claro el hartazgo del sistema que presumiblemente está por terminar. Para quienes piensan que el respaldo de las personas que han votado y,a través de ello se extiende un cheque en blanco, se constituye en un gran error. La población realizó las selección de la esperanza y posiblemente se realice. México y sus habitantes estamos tan enojados y decepcionados de las personas que nos han gobernado que, cambiar es lo único que nos quedaba.  Lo ocurrido el domingo 1 de julio, ha sido la expresión, si de esperanza pero, mucho mas, de hacer entender que las desiciones, aunque sean por seis años y habría que aguantarlo, se toman ya, en el control, del seno de la participación ciudadana. Sueldos exorbitantes, expresados como uno de los insulto más grave a la sociedad, violencia, falta de oportunidades, dinero público en manos equivocadas, desde luego impunidad y corrupción, obras de tercera y cobradas como de primera, policías infiltradas y descoodinadas, pero además con sueldos miserables, pobreza y hambre, soberbia oficialista, delincuentes políticos y encontrados culpables, aun así, se sienten insultados y no pocos hacen uso de la represión.  Todo lo anterior y más, han sido los elementos que la población concidero, para hacer un cambio en nuestro rumbo y, ello, constituye una grave responsabilidad para ser tomada muy en serio por los ganadores, en mayor o, menor proporción. El cumplimiento de promesas, sobre todo para quien será el Presidente de México, está y estará a prueba durante el mandato. Las oportunidades tienen que llegar a la población económicamente débil, abatiendo los niveles de hambre y pobreza.  Tendrá que ser, como debería haber sido siempre, el gobierno es de los mandantes y no del mandatario. La lucha de los mexicanos empieza a dar resultados en la autodeterminación de nuestro Pueblo, las urnas han sido tomadas por la  decisión democrática de las personas y si se piensa que es un cheque en blanco, veremos que pasa en las siguientes elecciones; los perdedores, podrían convertirse  en ganadores. Si se piensa que habrá un control territorial, para hacer lo que se quiera, creando vice-gobernadores con egos y soberbias, de las que estamos hartos, la confianza se perderá. Los resultados que se esperan son en la medida que se sirva a los intereses de los mexicanos y no más de lo mismo. La sociedad ya no tolerará soberbias y raterismo impunes como forma de vida de algunos.  México busca su refundación y solo será así,  mediando la decisión democrática del Pueblo.

  @jaimechalita