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El 11 de junio pasado, se firmo la Alianza por la Ciudad, una convocatoria del Gobierno Municipal para promover la corresponsabilidad en el desarrollo urbano de San Luis Potosí.
23:30 jueves 26 septiembre, 2019
ColaboradoresBenjamin Alva [email protected]
El 11 de junio pasado, se firmo la Alianza por la Ciudad, una convocatoria del Gobierno Municipal para promover la corresponsabilidad en el desarrollo urbano de San Luis Potosí.
La Alianza por la Ciudad es un instrumento innovador de política pública, que tiene el objetivo de establecer estrategias y acciones que permitan armonizar el crecimiento urbano responsable, es una forma de replicar e instrumentar la Nueva Agenda Urbana y el Objetivo 11 de Desarrollo Sostenible, aseguró Eduardo López Moreno, Director Interino de ONU-Hábitat.
A través de esta Alianza, las personas ahora participan en la elaboración del Plan Municipal de Desarrollo Urbano que habrá de presentarse al proceso de consulta pública y aprobación a finales de año. Todos los firmantes de la Alianza somos corresponsables de construir un Plan moderno, transparente pero sobre todo que dé certidumbre al crecimiento.
¿Qué sigue después del Plan? Se requiere de implementar acciones a nivel de barrio, con la participación de la sociedad organizada, para recuperar el derecho a la movilidad, a la ocupación del espacio público, al diseño urbano y todo aquello que envuelve el conocido derecho a la ciudad.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo, el placemaking es un proceso de empoderamiento social que ayuda a construir democracia local y cotidiana desde el espacio público, con la participación de diferentes actores y la responsabilidad compartida se pretende la transformación y el desarrollo de la ciudad. Según el Consejo de Planificación Metropolitana de Chicago, es una herramienta que busca la mejora de un barrio, es una idea transformadora de este siglo.
La plataforma Urbana de Chile emplea el Placemaking en la planificación, diseño y gestión de espacios públicos, se trata de escuchar y hacer preguntas a las personas que viven, trabajan y juegan, para entender sus relaciones y aspiraciones; con esta información se genera una visión del lugar, que se convierte rápidamente en estrategia de implementación, deben ser soluciones de corto plazo y generar beneficios.
En este sentido, con el Plan ya aprobado, tanto los desarrolladores como los habitantes, seremos responsables de construir visiones de barrio que permitan mejorar nuestra organización, recuperar nuestra identidad con el crecimiento urbano, pero sobre todo generar espacios más armónicos con el medio ambiente.
De esta manera, tal vez debemos dejar de ver a la ciudad como el espacio para promover y construir vivienda solamente; y comenzar a desarrollar conjuntamente espacios donde las personas puedan convivir, mejorar la cohesión social, con identidad y participación; es decir, construir barrios.
Podemos emplear el Placemaking como una herramienta para trabajar coordinadamente gobierno, iniciativa privada y sociedad en la construcción de una mejor ciudad.