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La iniciativa presentada por una diputada local para crear un registro de perros peligrosos en San Luis, parece una ocurrencia, más que una propuesta seria para regular la problemática de quienes han sufrido mordeduras de perros en la vía pública.
23:06 martes 24 octubre, 2017
ColaboradoresLa iniciativa presentada por una diputada local para crear un registro de perros peligrosos en San Luis, parece una ocurrencia, más que una propuesta seria para regular la problemática de quienes han sufrido mordeduras de perros en la vía pública. La legisladora tiene razón cuando dice que existen muchas posturas sobre este tema, pero ella misma dejó cabos sueltos, si realmente quería combatir la problemática. Y aquí algunos ejemplos: >¿Quién va a determinar si un perro es peligroso?, ¿en qué parámetros se van a basar para clasificarlos como peligrosos? Un funcionario cualquiera de la Dirección de Ecología no está en condiciones de hacer una clasificación como ésta. Hay que tener nociones de psicología canina. ¿Se acuerda del “encantador de perros”? Algo así necesitaría el Ayuntamiento. >La propuesta dice que el registro quedaría integrado por los casos que detecte la Dirección de Ecología. En pocas palabras, estaría obligando al Ayuntamiento a crear una policía canina. Porque de lo contrario la iniciativa se convertiría en una ley muerta. >Se imagina lo que pasaría con los vecinos “gandallas” que incluso llegan a envenenar perros, simplemente porque le caen mal. Ellos serían los primeros en denunciar a los perros “peligrosos” de su cuadra, aunque no lo sean. >Los perros peligrosos se convertirían en “apestados sociales”. Al verlos con bozal e identificación usted se apartaría inmediatamente de ellos, lo cual ciertamente no ayuda a la convivencia social. ¿Por qué no pensar mejor en que los dueños de perros aprendan a tratar adecuadamente a sus mascotas? Los perros son animales, aunque muchos crean que son personas. Solo en la medida en que se entiende su psicología animal conviven mejor con los humanos, por ejemplo. ¿Por qué no pensar en crear un padrón general de mascotas en San Luis y ofrecer cursos a los dueños? Además, la iniciativa se inscribe en la línea de acciones reactivas, no preventivas. No va al fondo del asunto y por lo mismo no resuelve la problemática en su totalidad. ¿Quién garantiza, además, que los dueños de perros peleas van a ir a registrarlos? Es obvio que nunca van a ir. Finalmente, no estamos en contra de que se legislen este tipo de temas, pero parece que los diputados se empeñan en concentrarse en iniciativas que poco responden a las demandas ciudadanas. Los grandes temas no se legislan, están en la congeladora, mientras se discute si un perro debe o no llevar bozal. ¡Así nuestra realidad legislativa!