Aunque si bien, la inflación no “pulveriza” el aumento salarial, si lo afecta, pues de alguna u otra manera, “les pega a todos los bolsillos”, al generar un incremento en el poder adquisitivo y, por ende, la disminución de la producción, señaló el economista Oliver Arroyo Leos. “En el momento en el que comienza a subir la inflación, el posible incremento (al salario) que posiblemente haya habido a principios de año, simplemente no será el mismo, pues no alcanzaras a comprar lo mismo que comprabas al inicio”.  “En principio afecta el poder adquisitivo y la segunda reacción es que se comienza a producir menos y, por lo tanto, el PIB puede caer”, agregó,  El economista indicó que, en el mes de marzo, la tasa de inflación se ubicó en 4.67%; en abril, 6.08%; en mayo, 5.89% y durante la primera quincena de junio, apuntó, se estima que es del 6.02%. Reconoció que si bien, no pareciera un incremento considerable a comparación del año anterior, al contrastar el porcentaje reportado con las estimaciones que tenía el Banco de México, se puede percatar que éste, corresponde al doble de lo que el Banco pretendía que estuviera, lo que, a su vez, trae consigo otra consecuencia importante: incremento a la tasa de interés. “Podrías decir que no es mucho, porque en un año se incrementen los precios en un 6.02% no es mucho, aparentemente no, pero si lo contrastas con que el Banco de México tienen un objetivo del 3%, estamos hablando de que está al doble y eso trae una consecuencia, se sube la tasa de interés”.