Vínculo copiado
Exclusiva
Estas, fueron las palabras que expresó Arturo, un enfermero que trabaja en la Clínica 50 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la capital potosina, y que junto con más compañeros y compañeras del sector médico atiende directamente a los pacientes que llegan como sospechosos o confirmados por coronavirus
19:01 martes 12 mayo, 2020
San Luis“Aun ronda un sentimiento de temor cuando vemos pacientes que están muy grave o pacientes que incluso estando adentro con un diagnóstico (por covid19) y no quieren acatar la indicación de ponerse el cubre bocas, o incluso de los propios familiares que se molestan...”. Estas, fueron las palabras que expresó Arturo, un enfermero que trabaja en la Clínica 50 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la capital potosina, y que junto con más compañeros y compañeras del sector médico atiende directamente a los pacientes que llegan como sospechosos o confirmados por coronavirus. A diario, sale de su casa con el ánimo y la convicción de trabajar y ayudar a aquellas personas que requieren de él para cuidar de su salud. Hace algunas semanas, se dio por enterado que la clínica en la que trabaja sería un hospital considerado para atender exclusivamente a personas con covid-19. Ya sea por el turno del día, la tarde o de noche, con jornadas de ocho o hasta 12 horas continuas, la entrega y el esfuerzo de Arturo, como el resto del personal médico y de enfermería, se enfoca en la atención a personas contagiadas por coronavirus. “El trabajo que hacemos es estar vigilando el patrón respiratorio de los pacientes, que sus constantes vitales se encuentran estables, porque por lo general los pacientes con covid comiencen a tener inestabilidad muy rápido. Uno tiene que estar ahí al pendiente muy constante, continuamente, porque se han presentado casos los cuales deterioran en cuestión de horas y que se complican bastante los pacientes con coronavirus”. Pero como Arturo lo afirmó, es su trabajo y hay que hacerlo. Pero más allá de su responsabilidad profesional, está la parte sensible, la parte humana de cualquier trabajador de la salud, y que claro, también las obligaciones y reglamentaciones para desempeñarse. Mientras las recomendaciones para la ciudadanía, porque ni siquiera es obligatorio, el uso de cubre bocas, para el personal médico y de enfermería sí lo es, por propia seguridad, de sus pacientes, del resto del personal de salud, y por supuesto, sus familiares. Si bien, el Instituto Mexicano del Seguro Social ha ofrecido el equipo necesario a los trabajadores de la salud, también una parte muy importante de este equipo es de las donaciones de la ciudadanía: un uniforme quirúrgico que es del uso desechable pero diario para quienes atienden a pacientes con coronavirus. “Este equipo consiste en un uniforme quirúrgico como un cubre bocas de tipo n95, unos goggles de seguridad, una careta, gorro quirúrgico, tres pares de guantes estériles; y lo que hacemos antes de entrar a nuestras áreas, es cambiar nuestro informe por este uniforme quirúrgico. Posteriormente después de ponerme el uniforme nos ponemos una bata que es impermeable y que es plástica, entonces es como una segunda capa de ropa, que como es impermeable y plástica pues es bastante calientita y un poco complicada para trabajar con ella”. A pesar de este uniforme quirúrgico, el riesgo o la exposición para ser contagiado es muy alto, pues Arturo expresó la preocupación en caso de que se rompa este uniforme. No suficiente con ello, las condiciones ambientales en las clínicas no son nada fáciles, pues al ser un ambiente cerrado, siguiendo los protocolos de salud, respiran el mismo aire durante horas… “Como es desechable pues es muy fácil que se pueda romper y con ella estamos más expuestos al riesgo del contagio. Aparte el hecho de tener solamente el cubre bocas de tipo n95 por jornadas completas de 8 o 12 horas, ya sea de mañana o de tarde, uno está respirando y reinhala el bióxido de carbono que uno exhala. Por eso cuando es un está respirando, comienza a sentirse mareado después de un rato porque estas r inhalando el bióxido de carbono en lugar de oxígeno. ¡Eso es lo que lo hace un poco complicado!”. “Pero además el gorro quirúrgico también guarda calor así como la careta. Además de que trabajamos en una área que no está ventilada porque así es el protocolo y al no permitir la circulación de aire es un ambiente bastante, bastante caluroso, bastante incómodo para el trabajo…”, añadió. Pero la situación no termina aquí. Arturo compartió además que con el uso del cubre boca y de los goggles, al ser herméticos, que con las largas jornadas y su uso, complican el trabajo del personal de enfermería, en este caso. Además que se adhieren con mucha fuerza al rostro del personal de salud, lo que es causa de algunas lesiones en la piel. “El uso de las gafas o goggles de seguridad también hace muy complicado nuestro trabajo porque después de cierto rato, el mismo calor que emana o el mismo sudor que uno empieza a producir se empiezan a empañar los goggles de seguridad y hacen difícil el trabajo. Por ejemplo en una toma de muestra de sangre una venopunción para una venoclisis, que de por sí son difíciles cuando uno está sin equipo, ¡ahora imagínate sin poder ver, esto lo hace muchísimo más complicado!”, expresó.
Con todo esto, ahora usted imagínese que el personal médico y de salud tiene que trabajar largas jornadas laborales con pacientes de coronavirus a temperaturas que según refiere Arturo, pudieran sentirse como a 30 o 32 grados centígrado todo el tiempo. Valore pues la comodidad de su hogar, de estar sentado frente al televisor, la computadora o tableta; de poder descansar una siesta, de tener el aire acondicionado, un ventilador o simplemente estar bajo una sombra. De vestir cómodamente ya sea casual, en short y sandalias o con la pijama. “Hacer un llamado bastante importante de todo corazón. A nosotros nos toca estar atendiendo a los pacientes, que con todo gusto lo hacemos. Sí es pesado, sí es difícil, sí nos da algo de temor porque si se rompe el uniforme son medios de contagio para nosotros; pero la verdad sí estamos expuestos todo el equipo de salud. La verdad es que sí es un poco desesperante llegar al hospital y en el camino encontrarnos con mucho tráfico, con gente paseando como si nada, con gente que está en los supermercados, gente que no lleva el cubre bocas o no sigue las medidas de seguridad. Hay quienes si tienen la oportunidad de trabajar desde casa, de estar más cómodos sin tener que arriesgarse, al contrario, cuidándose estando en casa”, llamó Arturo. Apenas cierra la puerta de su casa, Arturo se concentra en su trabajo y su cuidado personal, porque después de 12 u 8 horas, puede regresar a casa y anunciar a sus familiares que por un día más, está bien, para al día siguiente, repetir nuevamente la misma historia…