En recientes días se ha hablado sobre el impuesto rosa o “pink tax”, que se refiere al costo elevado de algunos productos dirigidos al sector femenino, contrario a lo que sucede con productos para hombres.  De acuerdo con la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile (BCN), no es propiamente un impuesto, más bien podría definirse como un sobreprecio aplicado a productos para mujeres.  Un estudio del Observatorio de Coyuntura Económica y Políticas Públicas (OCEPP), señala que las mujeres representan aproximadamente el 70% de las decisiones de compra a escala mundial. Al ser las más activas en el mercado el sector femenino se convierte en el objetivo perfecto de las estrategias de consumo. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), explica que este incremento también se debe a que las marcas invierten más dinero en la presentación de sus productos, empaque, diseño y publicidad. En el ámbito de los servicios y productos financieros, también existe un aumento en el costo de algunos seguros. Sin embargo, a diferencia del precio de los productos de higiene, la razón del aumento de un seguro femenino es porque las aseguradoras parten del supuesto de que una mujer suele vivir más años.

Imagen: Profeco Ante esta situación y con la finalidad de que todas las adolescentes y jóvenes estudiantes de escuelas públicas de Michoacán accedan de forma gratuita a los productos de higiene femenina, a principios de marzo de este año el Congreso Local del estado se convirtió en el primer Poder Legislativo estatal del país en aprobar la Ley de Menstruación Digna, un paso importante para reducir la brecha de desigualdad económica. En el caso del Congreso de la Unión, en septiembre del 2020, la diputada Verónica Juárez Piña, propuso que los productos de higiene femenina queden libres de Impuesto al Valor Agregado (IVA). La reforma  al artículo 2-A a la Ley de IVA fue aprobado y publicado en el Diario Oficial de la Federación en diciembre de 2020. 

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Con información e imagen: Dinero en Imagen