El gobernador de Baja California Jaime Bonilla Valdez informó que analiza la posibilidad de expropiar las instalaciones del Club Campestre de Tijuana, toda vez que no representan, dijo, ningún beneficio a la sociedad. 

"Acabo de dar instrucciones al secretario de Gobierno, Amador Rodríguez Lozano, para analizar la situación para expropiar el Club Campestre; este gobierno no se va a mantener al margen, tenemos que recuperar esos predios y el Campestre no cumple ningún beneficio social", dijo. En su mensaje, el mandatario estatal refirió que la administración del citado club privado, hasta el momento no ha pagado el impuesto predial, y recordó que lo mismo ocurrió con el agua potable y drenaje, lo cual fue detectado hace unos meses tras una auditoría de Fisamex que estuvo a punto de derivar en una clausura del lugar, al encontrar diversas anomalías. "Se benefician unos cuantos nada más, y no tenemos nada en contra de ellos, simplemente hay que ver los beneficios a la sociedad, y pronto vamos a informar el camino a seguir en este caso, que es un caciquismo manejado por una sola persona", mencionó, en referencia al alcalde de Tijuana, Arturo González Cruz quien es dueño del Club Campestre de la entidad. Bonilla Valdez informó que fraccionamientos como este es un golpe duro a la ecología del estado, ya que en uno de los parques importantes de la entidad, de 400 hectareas que eran originalmente se redujo a solo 80, en donde se incentivó la creación de plazas comerciales y fraccionamiento, por lo que afirmó que tendrán que corregir lo que robaron los gobiernos de “derecha”.