Acéptalo, cuando traes unas copas encima te han ocurrido todo tipo de incidentes o... disparates. Pero, seguramente, nada como lo ocurrido a este joven que, debido a su estado etílico, se quedó encerrado por casi tres horas antes de darse cuenta que la salida era bastante sencilla. De acuerdo con el sitio británico Metro, los hechos ocurrieron en Balashikha, al oeste de Moscú, hacia las 5:30 horas del pasado 19 de noviembre, cuando un joven en aparente estado de ebriedad comenzó a patear la puerta de una habitación, pues no podía abrirse. Aunque pateó, tacleó y manoteó contra la puerta, esta jamás abrió durante 2 horas y 47 minutos. Aunque el hombre no estaba solo en la habitación, sólo él fue quien intentó abrirse paso. Sin embargo, lo único que tenía que hacer era apretar un botón de bloqueo magnético que, todo ese tiempo, estuvo frente a él. El hombre descubrió el artilugio hacia las 8:17 horas. Seguramente, su borrachera hasta se le bajó del esfuerzo y del susto.

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