Mediante un "memorándum", el Presidente Andrés Manuel López Obrador "vetó" la ley educativa vigente para poder acordar con la CNTE una nueva reforma en la materia.  El Mandatario emitió el memorándum de cuatro puntos ordenando "dejar sin efecto" la reforma educativa del sexenio anterior.  El escrito, que firmó en Palacio Nacional, va dirigido a los titulares de Gobernación, Educación y Hacienda, donde los instruye a no aplicar acciones derivadas de esa reforma.  Les pide además la reinstalación de maestros cesados en el sexenio peñista.  Asimismo indicó que la nómina magisterial quedará bajo el control de Hacienda y las plazas de maestros en manos de la SEP.  El anuncio generó una ola de críticas por la falta de sustento jurídico del veto presidencial.  "El único mecanismo jurídico que existe es la derogación por el órgano que las emitió", sostuvo José Ramón Cossío, Ministro en retiro de la Corte.  Ismael Reyes Retana, ex Consejero Adjunto de la Consejería Jurídica, consideró que el memorándum infringe la separación de Poderes.  Diputados de Oposición llamaron al Presidente a apegarse al juramento de cumplir y hacer cumplir la Constitución.  "Es un ataque a la división de Poderes, es la politiquería de manotazos; los funcionarios que acaten esa instrucción podrían incurrir en responsabilidad penal", aseguró el coordinador panista Juan Carlos Romero Hicks.  "Es una acción unilateral que sienta un mal precedente y pone en riesgo el orden constitucional y el equilibro de Poderes", manifestó el coordinador priista, René Juárez.  "A todas luces es ilegal", dijo Marco Fernández, del Tec de Monterrey y México Evalúa. -- Reforma