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Díaz-Canel busca continuismo político, mantener la buena racha con la UE y mientras el reto diplomático con Estados Unidos va cuesta arriba
16:09 domingo 22 abril, 2018
MundoMiguel Díaz-Canel debutó ayer como Presidente del Consejo de Estado y de Ministros de Cuba recibiendo a Nicolás Maduro en La Habana. Las dos revoluciones confirmaron una vez más la alianza "indestructible" que les une, incluso el Mandatario bolivariano adelantó nuevos planes conjuntos hasta 2030 "para solidificar la alianza humana, económica, energética, industrial e histórica". "(Cuba y Venezuela) siempre hemos demostrado que sí se puede", confirmó el "hijo de Chávez". "La suerte de los dos regímenes está intrínsecamente unida, uno depende del otro: si cayera La Habana, Maduro caería relativamente rápido porque pierde su aparato de control. Y si Venezuela cae, Cuba se vería muy aislada", advierte el politólogo Armando Chaguaceda, buen conocedor de las dos realidades revolucionarias. Una celebración por todo lo alto en la que Díaz-Canel no estuvo acompañado por sus Ministros, que no serán nombrados hasta julio. Los tres meses de demora, ante los enormes retos económicos y políticos que se le plantean, preocupan a observadores dentro y fuera de la isla. Pero el antiguo ministro de Educación Superior parece tener muy clara su receta: continuismo político y profundización "sin prisa pero sin pausa" de las reformas económicas de su padrino político. Como si de un Deng Xiaoping a la cubana se tratase. Reformas económicas para satisfacer la demanda de la población, siempre bajo el control del Partido Comunista y la supervisión hasta 2021 de Raúl Castro, fecha en la que Díaz-Canel también se hará con la Primera Secretaría del partido. El panorama económico luce cuesta arriba para el nuevo Presidente. El grueso cordón umbilical económico con Venezuela ha perdido tamaño hasta límites peligrosos. El país sudamericano solo envía hoy 55 mil barriles de petróleo frente a los 120 mil de otras épocas. También ha suspendido el pago de 9 mil millones de dólares anuales por el trabajo de los médicos cubanos. "El comercio entre ambos países se sitúa en torno al 15 por ciento del PIB cubano", apunta el economista Pavel Vidal, antiguo funcionario del Banco Central de Cuba. Según sus estimaciones, el PIB de su país puede caer entre 7 por ciento y 9 por ciento golpeado por la crisis venezolana, Asimismo, el economista afirmó que el turismo, las remesas y el sector privado han amortiguado el shock". El objetivo es que las arcas del Estado reciban inversiones de capital extranjero y del privado del país, fundamentales para solventar el parón sufrido por la economía. De esta forma sí podría Díaz-Canel profundizar las reformas que su padrino político frenó en seco, entre ellas la famosa unificación monetaria y la ampliación del mercado cuentapropista. "Ratifico que la política exterior cubana se mantendrá inalterable y reiteramos que nadie logrará el propósito de debilitar a la Revolución ni doblegar al pueblo cubano. Los cambios que sean necesarios, los seguirá decidiendo soberanamente el pueblo", avanzó el Presidente durante su primer discurso ante la nación. La confirmación de que mantiene el mismo programa exterior que Raúl Castro más allá de la alianza irrestricta con Venezuela: estrechar vínculos políticos y económicos con los aliados rusos y chinos; buenas relaciones con el resto del continente; profundizar la nueva luna de miel con la Unión Europea y afrontar el gran reto de EU. Las relaciones con EU, en su peor momento desde la visita de Barack Obama a la isla, emergen también como el gran reto diplomático para el nuevo Presidente. Un reto muy cuesta arriba, tras el fuerte enfrentamiento durante la Cumbre de las Américas de Lima y el caso sin resolver de los "ataques sonoros" contra personal estadounidense en La Habana. -- Reforma