El confinamiento para evitar la propagación de COVID19 que nos pidieron las autoridad federal y estatal, ha sido tomado por las personas de diferente forma: hay quienes nos quedamos en casa y salen sólo para cuestiones de compra de insumos; otras han tenido que salir a sus trabajo ya sea porque realizan funciones esenciales o/y porque no tienen alternativas y deben trabajar.

Cumplimos el día de ayer un mes de que comenzó el programa de distanciamiento social.  Y encuentro varias formas en que la sociedad en nuestro entorno tomó el confinamiento: 

Familias que tienen el respaldo de una fuente de trabajo seguro, ya sea de dependencias del gobierno federal, estatal o municipal, o empresas socialmente responsables, o negocios que optaron por cerrar.

Familias o integrantes que tienen que seguir trabajando, ya sea que en sus trabajos les permitieron acudir por guardias  o de tiempo completo pero que se queda en casa la mayor parte del tiempo la madre. 

Personas que viven con familias compuestas, ya sea con pareja, abuelos, abuelas,  tíos, primos etc., que la mayoría se queda en casa debido a que les limitaron sus contratos laborales hasta que concluya el distanciamiento social.

Personas que viven de manera individual solas que son personas mayores sin familiares en esta ciudad.

Familias dirigidas completamente por una mujer con hijos e hijas que con dos variantes: a) que su empleo le permitió con goce de sueldo quedarse a hacer trabajo desde su casa, b) que debe salir a trabajar y no tiene quién le pueda apoyar en el cuidado y atención de sus hijos e hijas.

Podemos encontrar otras formas de cómo se organizan las familias en nuestro entorno, son familias que se alejan mucho de la visión tradicional que se tiene, estamos en un entorno completamente heterogéneo y que es difícil que todos podamos guardar el distanciamiento social como se ha hecho en países europeos.

Este distanciamiento social tan ortodoxo que hemos logrado en México, ha llevado a que en el tipo de familia o de organización que tengamos de vida, se han registrado hechos muy violentos en contra sobre todo de mujeres, de niñas y de adultos mayores. 

Quedarnos en casa para muchas mujeres sigue siendo una doble o triple jornada como lo comentamos la semana pasada, lo que llegan a resultar difícil de manejar dentro de la familia; en los tipos de familias que mencioné muchas se tienen que hacer cargo del trabajo a distancia, de la limpieza del hogar, preparar los alimentos,  de acompañar a hijos e hijas hacer sus actividades para la escuela, y para el resto del día. 

Ya la ONU ha hecho un pronunciamiento para que los países pongan especial atención a los actos que se cometen de violencia durante esta pandemia, se les ha dicho que las oficinas de gobierno que trabajan para erradicar la violencia contra las mujeres estén alertas y operando.

En estos momentos en nuestro estado vivimos una pandemia bastante relajada, por lo que muchas familias que han seguido al pie de la letra el “Quedarnos en casa” es la que está sobrellevando la mayor carga de presión psicológica; algunas familias tienen viviendas en las que cada hijo o hija tiene su propia habitación, pero la mayoría no tiene esas condiciones, ni siquiera un espacio o área común que le permita evitar el hacinamiento. Lo que hace la vida diaria de todos juntos difícil en el que se exaltan los ánimos y se genera violencia verbal, psicológica y física. 

Durante esta pandemia las noticias han recogido dos feminicidios, varios niños maltratados físicamente en un caso hasta causarle la muerte, dos bebés recién nacidos abandonados uno en la caja de una camioneta y otro en el basurero municipal de Peñasco.

Las mujeres que van a trabajar y que no tienen con quien dejar a su familia viven una percepción de inseguridad delicada tanto por el riesgo que significa dejar a sus hijos con familiares en otras casas, o dejarles solos, además el temor de la posibilidad de contagio de COVID-19. 

Cuando hablamos de que las situaciones pueden ser difíciles o estresantes en la familia, para aquellas en donde la situación no desborda violencia y hay más conciencia de los hombres sobre el cuidado y atención de la familia, nos gustaría que ellos ahora que están en casa se implicaran en las labores cotidianas y visibilizaran esas jornadas adicionales que muchas mujeres vivimos siempre

Recordemos que las autoridades municipales y estatales han dispuesto de atención psicológica vía telefónica durante esta pandemia

Secretaría de Salud:  800-123-8888

Refugio Otra Oportunidad: Morelos Núm. 1453, San Miguelito, tels. 444 8147231

Instituto de las Mujeres de SLP  teléfono 144 29 20 en horario de 8:00 a 15:00 horas o al número 911

CJM  Arista Núm. 340 Centro Histórico, tel. 444 83321 43 de lunes a viernes de 8:00 a 15:00 horas

Puerta Violeta SLP Uresti #555, Centro Histórico, SLP

Llama al: 911 ó 444 8223635