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En la clase de este sector, en su enorme mayoría, esta muy desprestigiada, generando espacios indignos para que, las personas decentes que quieren a nuestra Patria, puedan participar.
00:20 jueves 12 octubre, 2017
ColaboradoresEn política, ni todos son buenos, ni todos son malos pero, la clase de este sector, en su enorme mayoría, esta muy desprestigiada, generando espacios indignos para que, las personas decentes que quieren a nuestra Patria, puedan participar. Ante la inminente llegada de las fechas de campañas y elecciones de funcionarios públicos, el ambiente social y de seguridad de nuestra Patria, se tensa cada vez más. La lucha por el control de la vida pública es, y así, lo vemos, cada vez más, frontal. La violencia que vivimos y la lucha por el poder político, tienen, como lo han tenido, un como común denominador, el dinero y el control de la vida pública para que, a través de todo ello, se materialice el control de las individualidad de las personas, sujetas, a sistemas legales apartados del verdadero espíritu ciudadano y, convirtiéndolo en una moderna esclavitud. Las formas de esta esclavitud moderna, difieren mucho de aquellas en donde los abusos en trabajos forzados y humillaciones de las personas, estaban presentes, ahora son muy sutiles y, pasan imperceptible. Aún con muchas formas de protección de los derechos de las personas, la sociedad, no sólo la mexicana, también la mundial, permanece de muchas formas cautiva trabajando, si, para sostener a las familias personales pero, también para sostener a una clase política que parece nos han regresado a los tiempos del feudalismo. Una nueva clase social, la política, que crece en razón del dinero público, casi toda ella pero también, en función de buscar el poder que alimenta egos, hegemonías, vanidades, avaricias, soberbias y mucho más, teniendo en cuanta que, el servicio público se guardó hace mucho tiempo y en su lugar se fue colocando un sistema legal hecho a modo por quienes lo elaboraron y, con el, dividieron poderes, buscando equilibrios favorables para mantener la convivencia social en paz, la misma que cuando se rompe, se hace pelear al pueblo, defendiendo no sus derechos y si, los de quienes mantienen el control político de un municipio, estado o un país cualquiera. No existe mucha diferencia en el hecho que fue noticia Nacional y que retumba ya, en los ecos de los partidos políticos y que por ello se empiezan hacer cálculos, números y, movimientos para acomodar cuadros con miras a la batalla electoral. La renuncia de Margarita Zavala, cimbro al PAN. Con su renuncia Ella movió el ajedrez político y ya existe preocupación, principalmente de Ricardo Anaya, Presidente Nacional del PAN. Así se movió el horizonte electoral, de hecho con la renuncia de Margarita Zavala, se alteran los parámetros y cálculos políticos del Partido al que pertenecía. Perdidos, sus militantes, en los enconos, las confrontaciones, los celos y más, este Partido Político, va en declive y es que, no se pudieron escapar a la tentación del poder y dinero que representa ser propietarios de la representación de los mexicanos. No hay espacio, para la participación de ciudadanos decentes, honestos, aun cuando lo digan y lo vuelvan a decir, lo magnífico que sería ser contar con la ayuda ciudadana, son las promesas de candidatos desprestigiados, casi todos, dejando condiciones deplorables en las próximas elecciones de nuestro Pias. Descalificaciones entre quienes quieren ser y quienes no los dejan, por ahora abundan y polarizan, en primera instancia, a los partidos políticos y sus afiliados y, luego a la sociedad, aún sin tener que sufrir los pleitos de quienes se conocen muy bien, entre ciudadanos que ni siquiera se conocen ente ellos. @jaimechalita