Vínculo copiado
A pesar de que la mayor parte de nuestro planeta es agua y que contamos con una gran cantidad de espacio para vivir, toda nuestra humanidad podría concentrarse en Texas, cada uno con su propia vivienda unifamiliar.
23:04 jueves 12 diciembre, 2019
ColaboradoresMás de la mitad de la población en el mundo vive en ciudades. Doscientos cuarenta y tres millones de personas que viven en Estados Unidos se concentran en el 3% del país. Es el doble de México, pero nosotros lo hacemos en el 0.5% de nuestro territorio. En Tokio viven treinta y seis millones de personas, es el área metropolitana más productiva del mundo. A pesar de que la mayor parte de nuestro planeta es agua y que contamos con una gran cantidad de espacio para vivir, toda nuestra humanidad podría concentrarse en Texas, cada uno con su propia vivienda unifamiliar. Son datos por demás reveladores de la importancia que tienen actualmente nuestras ciudades. Por ejemplo, pese a que en la actualidad es más barato recorrer grandes distancias, cada vez más gente vive en grandes áreas metropolitanas, tal vez porque la densidad urbana es un camino corto para pasar de la miseria a la prosperidad, aprovechando los beneficios de la aglomeración. Las ciudades han marcado nuestra historia con grandes civilizaciones, Egipto, Teotihuacan, un sinnúmero de asentamientos que han aportado prosperidad al mundo. En las calles de Florencia surgió el Renacimiento, y en las de Birmingham la Revolución Industrial, la gran prosperidad del Londres contemporáneo, de Bangalore y de Tokio se debe a su capacidad de generar nuevas ideas. Todo lo anterior, entre muchas otras cosas, representa para Edward Glaeser “El Triunfo de las Ciudades”, un libro por demás apasionante por la forma como relata las ventajas de una ciudad, más allá y tal vez en menoscabo de los problemas de movilidad, seguridad y desigualdad que carcaterizan a las ciudades modernas en todo el mundo. Puede que la ciudad gane, aunque muy a menudo percibimos que perdemos como ciudadanos. Glaeser es profesor de economía en la Universidad de Harvard desde 1992, aunque tiene nexos estrechos con la Universidad de Chicago donde realizó su doctorado, dos de las escuelas con más prestigio en estudios de la ciudad. Para estas proximas vacaciones, las multiples hojas de este buen libro, relatan cómo muchas ciudades cambiaron su estrategia para aprovechar los beneficios de la urbanizacón, podremos conocer los casos de Bangalore, el Silicon Valley, lo que le pasó a Detroit antes y después de su auge automotriz, Nueva York, Londres, París, y muchas ciudades más que son analizadas como una novela, sin lo tedioso del estudio técnico, sino con la narrativa de la experiencia y el gusto por la ciudad. Muy reconemdable.