La Federación Internacional de Tenis (ITF) va un paso detrás de distintas federaciones locales que han iniciado pequeños circuitos de competencia atendiendo las necesidades de jugadores que viven una situación económica complicada o que buscan regresar a cierto nivel competitivo.  El viernes pasado, mientras la ITF anunciaba medidas que deberán utilizarse una vez que reanude su calendario, la mexicana Renata Zarazúa inició el traslado desde su casa hacia Saddlebrook Academies para jugar el Pro Tennis Series, su primer torneo desde que fue semifinalista en el Abierto de Acapulco.  Con poder jugar lo que sea dijimos que sí. Es un torneo de 16 jugadoras, es round robin y no hay ganadora. Les pagan a todas igual. El objetivo es ganar un poco de dinero y jugar partidos para no perder el nivel”, expresó Patricio Zarazúa hermano y entrenador de la tenista. 

Mientras la ITF, la WTA y la ATP sostienen que no reanudarán actividades al menos hasta finales de junio, alrededor del mundo están surgiendo cada vez más torneos relámpago como el Pro Tennis Series, el International Tennis Series, o el certamen alemán de Tennis Point Exhibition Series. Todos ellos a puerta cerrada y con medidas de seguridad necesarias para evitar contagios y demostrar que el tenis se puede jugar, siempre y cuando los jugadores sigan las reglas.  Cada jugadora tiene su propia toalla y sus propias pelotas para el saque, y si tu pelota queda en la cancha de la rival, ella te la pasa con el pie o con la raqueta. No hay saludo ni boleros, solo pusieron un juez de silla pero no se baja a marcar nada. Es en una academia muy grande y cada jugadora tiene su propio cuarto”, mencionó Zarazúa, luego de que su hermana cayera en el partido matutino y ganara en el vespertino. 

Aunque son torneos que no reparten puntos para el ranking, son una buen escape y una oportunidad de ingreso para aquellos deportistas fuera del Top 100 que dependen de las ganancias de los torneos para vivir.

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Excelsior