Pagar el precio de la libertad, en ocasiones es demandado por la vida misma y los seres humanos, cuando van en su búsqueda, quieren matar, no sólo literalmente, también con lo viperino, de lo que se escribe o, habla. Cobardes en el anonimato. Estos son males que están socavando con amplios cráteres la relación entre los individuos del mundo por mentes enfermas deseando la tumba de los demás, para obtener, lo que nunca pudieron con trabajo. Pobre Pueblo Mexicano que entre sus políticos y las verdades de estos, nos vemos envueltos queriendo cada quien, convencernos de lo que, en realidad no se vive en nuestro Mexixo. Unos nos dicen cosas a su favor y en contra de otros y, estos todo al contrario.  Mentiras que, solo se dicen en favor de quienes hablan de ellos mismos. Los demás, El Pueblo, nos encuadramos, viviendo nuestra realidad, lo absoluto, nuestra verdad cotidiana, pues los que trabajamos para mantener a quienes viven del trabajo de los demás, tienen una perspectiva falsa que desearían creyéramos.  Así, cuando menos hasta ahora, lo prometido en un mundo feliz, sin corrupción e impunidad, sin violencia, no se ve cuando. Las instituciones ciudadanas, independientes, forjadas en la exigencia de la sociedad y, fundadas en la desconfianza de los que incurrieron en corrupción y han quedado impunes, se les han iniciado su desmantelamiento a instancias del centralismo que fue advertido y comparado con otros países. La condición de la cuarta transformación, no sólo es acabar con la corrupción, con lo que la inmensa mayoría de los ciudadanos estamos de acuerdo pero, desmantelar un Estado, para iniciar una transformación que no terminan de arrancar, a instancias de perjudicar a las organizaciones de la sociedad civil, no sólo es un grave error, también y, estoy seguro, atentara contra la vida de muchos seres humanos. El empleo, la vida cotidiana de muchas personas, se está viendo trastocada a expensas de querer terminar con los vicios que nos duelen pero, sin un plan alterno, sin una vía que permita transitar, investigando si existen o, no, mal uso del dinero de todos, me parece un grave exceso. Lo que estamos viendo no sólo es la bandera de la honestidad, la misma que está por ser probada, a cargo de quién la presume pero, igualmente, es la invasión de la vida  en libertad, de lo que se había escuchado y dicho por muchos pero, jamás fue creido. La ola expansiva del centralismo en América Laitna, parece que llegó a nuestro País, desmantelando y desinstalándolo a costa de tener dominio total sobre nuestras vidas, a las instituciones que le han dado vida independiente a nuestro sociedad pero que, ahora están en verdadero peligro, pretextando la corrupción de otros que nos lastimaron y deberían ser castigados pero no, el pueblo en lo general.  Guarderías, refugios de mujeres, reducción de presupuesto y asfixia a los organismos independientes que nos han costado mucho dinero de nosotros  los mexicanos, creando una sociedad organizada, cancelación del Nuevo Aeropuerto Puerto de la Ciudad de México, seguramente a expensas de nuestras reservas internacionales, han sido errores que nos costarán muy caro. Se piensa  que las reservas internacionales, sirven solo para que estén ahí, sirviendo a muchos  poderos y, no lo dudo pero, una de las causas de poder ahorrar esas reservas, es mantener el poder adquisitivo del peso mexicano y paliar en algo las necesidades de las personas que trabajan, no para solventar engaños y servirse de ese dinero mexicano para pagar adeudos y contratos que debieron haberse cumplido. La brecha entre las autoridades y la sociedad, se abre cada día más; es un grave peligro pero, otro tan grave o, mas, es la polarización de nuestra sociedad, confrontándola con posturas aún no claras  pero que, en la desesperación de vivir , se creen y hasta matar pueden por defender lo indefendible.  @jaimechalita