Una de las opciones más ecológicas en las que podemos comprar alimentos en el supermercado, es el de los enlatados. La comida enlatada vio su apogeo en 1812 cuando Thomas Kensett estableció la primera fábrica de enlatados en Nueva York, usando latas de hierro laminado para envasar ostras, carnes, frutas y verduras, y que tuvo mucho éxito durante las guerras. Conservas, salsas, verduras picadas, cremas y platillos ya elaborados, son algunos ejemplos de lo que podemos encontrar actualmente en envases metálicos. Debes saber que estos son los más apropiados para conservarlos, debido a las propiedades del material, los cuales están hechos a base de acero para alimentos, y aluminio para bebidas. Y seguramente, alguna vez has notado que estos tienen una capa o barniz que recubre su interior, pues sirve para evitar el contacto con el metal y ha sido aprobado por la FDA (Food Drugs Administration) en EU. Esta “capa” protege la superficie metálica y es resistente a la acidez del alimento, ya que evita cualquier alteración de sabor, además de que no se despega y mantiene integro el envase; asimismo preserva la forma de la lata si sufre algún golpe o caída. En la actualidad los envases metálicos son contenedores de alimentos inocuos y seguros, por lo que si ves una lata deforme o abombada, debes saber que estos son signos de que contiene un alimento en proceso de descomposición y debes evitar ingerirla. -- EXCELSIOR