Hace unos días nos enteramos, en voz de la organización Ciudadanos Observando, de un delito que se cometió en semanas pasadas, donde quien participa lo hace en un vehículo oficial del Congreso del Estado.

Para lo cual lo medios de comunicación atrajeron la nota con el interés de saber si era verdadera, saber por qué se había ocultado y evidentemente porque no se había sancionado tal situación.

Las respuestas salieron al hilo a partir de más información que surge, misma que se oculta perversamente en franca omisión.

Pareciera el colmo, que, por medio de vehículos del Congreso del Estado, se cometen delitos de robo y no solo uno, ya la Fiscalía General del Estado dio información, a partir de esta denuncia ciudadana que fueron dos más los robos cometidos con vehículos del Congreso.

Y de pronto la intención de encubrir el delito, por parte de los mismos diputados nos genera más dudas, es de no creerse, pero no es de extrañarse, pues el Congreso del Estado se erige como la institución que reúne a los más obscuros intereses , donde también se ponen de acuerdo a partir de más obscuras negociaciones y los valores entendidos de ir tras las misma meta, los hace ser cómplices, tal como lo vimos en este episodio que solo está en nuestro conocimiento por el valor de Ciudadanos Observando.

Al menos 3 responsabilidades en esta acción que van en la cadena de omisiones, desde el uso del auto, quien delinque y quien al saberlo fue omiso.

Nos viene a la memoria la famosa “Ecuación Corrupta” que también coordino a todas las fuerzas políticas en pos de robos descarados y complicidades ofensivas, directamente por los diputados.

Los funcionarios al estar el frente de un cargo, primeramente, piensan que estarán ahí siempre y que tienen la libertad que hacer lo que quieran, esta combinación es letal y la muestra está frente a nosotros, en este ejemplo que generosamente nos acerca Lupillo González y que nos ocultan algunos diputados que, de un inicio, intentaron justificar al minimizar esta situación

¿Cuantos delitos se ocultan a la sombre de la complicidad de las instituciones?

 pues muchas deben ser.

¡Nuevamente exclamamos, urge legislar!

En el uso de vehículos, personal y material público, es muy común que quienes tienen una respetabilidad abusan de esta para hacer uso de personal, equipo y material para sus actividades privadas, en esta ocasión se rebasa la línea de la legalidad al extremo de ser usados para delinquir.

Donde están las contralorías, las instituciones de seguridad y vigilancia y sobre toda la Fiscalía que recurre a todos los pretextos para no ejercer su responsabilidad.

Esta se encuentra a las órdenes del Gobernante en turno y bajo ese manto de complicidad quienes perdemos somos todos los potosinos.

Sin duda las investigaciones de ciudadanos observando y algunos medios de comunicación, son dignas de apoyar e incentivar, tal razón por la actual los ciudadanos les brindan su confianza, un valor que ya no se es posible depositar en ninguna institución hoy día 

    “Hagamos juntos la Diferencia”  Jorge Armendáriz Gallardo  [email protected]