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De los últimos 88 años únicamente 12 no ha ocupado la presidencia del PRI, en ésta elección del primero de julio pasado ocupó el tercer sitio
00:03 domingo 26 agosto, 2018
EN LA OPINIÓN DE CLAUDIO GARCÍASi el partido el partido “conserva los apellidos, entonces no funciona”, así lo ha señalado Enrique Peña Nieto, miembro del Partido Revolucionario Institucional, quien, en otras épocas, sería el mandamás del mismo, hoy ya no. De los últimos 88 años únicamente 12 no ha ocupado la presidencia del PRI, en ésta elección del primero de julio pasado ocupó el tercer sitio y en la Cámara de Diputados será la quinta fuerza. En la entrevista que Peña concedió al diario La Jornada, dijo que su partido debería cambiar de “nombre y de esencia”, pues hay un estigma muy asimilado en la sociedad, de desgaste y reproche hacia el PRI como marca. Y si bien perdió la presidencia apenas alcanzó 42 diputaciones y 14 senadurías, por eso debe “redefinirse y replantearse para poder seguir siendo una opción política, así afirmó el todavía llamado por algunos el “primer priista del país”. La hoy electa dirigente del PRI, bajo los mismo procesos de siempre, bajo el mismo sistema y dedo de siempre, Claudia Ruiz Massieu expresó que su partido debe reflexionar sobre lo que no hicieron bien, sobre todo el tema de la corrupción y añadió que ése proceso deberá llevarse a todos los estados y deberá abarcar forma y fondo. “Escucharemos todas las voces del partido, la pluralidad nos debe unir. Volveremos a lo que nos hizo grandes y fuertes”. La realidad es que no dijo nada nuevo, expresó lo que han dicho muchos priistas, de esos, por cierto muchos mis amigos, que se han expresado con valentía y hoy los tienen malditos y todo por decir las cosas como son y no doblarse frente a los llamados primeros priistas en los estados, como son los gobernantes en turno. A esos son los que tienen que escuchar las dirigencias, junto a los jóvenes que han sacrificado en procesos electorales que de antemano saben perdidos. Si regresar a lo que os hizo grandes y fuertes es volver al corporativismo campesino, obrero y popular, entonces súmense a las filas de Morena y a su líder cuya visión es la del PRI de los setenta. Se dejaron envejecer en liderazgos, sus cuadros jóvenes fueron desplazados y tan es así que hoy vemos las mismas caras en esa fracción legislativa. Con lo dicho por Peña, Ruiz Massieu y algunos otros miembros del extinto “partidazo”, ¿estaremos entrando en la llamada cuarta transformación del PRI?, existe una encuesta en donde más del 50 por ciento de los participantes aseguran que el tricolor desaparecerá y tan sólo un 30 por ciento considera que se fortalecerá. Con cambio de nombre o no, el PRI debe replantearse su hacer y quehacer, pero debe existir y fuerte para la competencia política sana y moderna, que mucha falta le hace y le hará al país. Y nos guste o no, hay mucho que agradecerle. DETALLES Una cosa es andar de merolico por el país y otra saber la realidad de éste. Ni el ejército ni la marina saldrán de las calles, no hay de otra y me pregunto ton spa qué tanto forito. Mejor que le paguen unos cursos sobre seguridad a duraznito. Si hay retroceso en la reforma educativa y se regresa el poder al sindicalismo, pobres de nuestros hijos y de los maestros que se esfuerzan por su preparación, Los primeros no tendrán clases porque hay junta de sindicato y los segundos serán evaluados por méritos sindicales y no por conocimientos y capacidad para enseñar. Felices los que con Gordillo fuera creen que volverán sus canonjías. Para los panistas jóvenes y viejos pero que saben de su partido, les parece que la “caballada esta flaca” para elegir dirección. Para muchos el aún gobernador de Guanajuato Miguel Márquez, era el bueno, pero no va; Moreno Valle sería entregar la plaza (el partido) al enemigo; Gil es del calderonismo; Marko Cortés es muy joven, pero lo apoyan anayistas y acomodaticio de Creel; Romero Hicks podría ser un buen dirigente pero se requiere su liderazgo en la Cámara. Total que no hay por dónde.