San Luis Potosí, México (31 Octubre 2017).- ¿Ha escuchado usted hablar de la magia negra?, ¿la practica?, ¿la conoce o sabe de alguien que ha recurrido a ella? Porque recurrentemente podría pasar cerca del lugar donde se ha quedado grabada la leyenda de “La Maltos”, a quien se le reconoce como la mujer más poderosa y la mejor en la magia negra en San Luis Potosí. Hacía ya muchos años, alrededor de 300, desde los que se sabe de la tan aterradora “Maltos”, aquella mujer poderosa de la magia negra que de los hombres gozaba torturar. Sus apariciones, se han hecho presentes en la parte trasera del edifico de los arcos Ipiña, con vista a un inmueble que sirve como estacionamiento sobre la calle Álvaro Obregón, “La Maltos”, es la leyenda temida. Y es que desde el estacionamiento se puede ver una muy alta pared con dos hileras horizontales de cerca de 10 ventanas cada una, de madera vieja y vidrios rotos y otros a punto de quebrantarse, llenos de polvo, invadidos por algunas palomas; otra fila en la parte inferior de ventanas muy grandes en forma de arco con dos puertas de barrotes de fierro, bloqueados de la vista y el acceso a su interior por muros de ladrillos o tablas viejas que poco se alcanzan a distinguir del polvo. Un lugar de cantera, que frio se siente y que al oído deja el sonido del eco, si un grito expresas. Según Rafael, vigilante de este estacionamiento, “La Maltos” es una mujer que llevaba hombres a ese edifico para torturarlos, pero se desconoce todavía si los dejaba con vida. También narró que no hace mucho, unos siete meses, un cliente preguntó por quién habitaba esa casa, a pesar de su visible abandono, pues comentó que claramente miró una mujer anciana de unos 65 o 70 años, que por algunos segundos dejó verse en la segunda ventana de derecha a izquierda de la fila de en medio. Gonzalo, otro trabajador del estacionamiento, relató que en una noche se decidió subir al inmueble, un lugar viejo, abandonado que hizo más acelerada su respiración y agitó el ritmo del latir de su corazón; todo era silencio, sólo lo acompañaba su curiosidad por querer comprobar que en verdad había una silueta de “La Maltos”, pero por el escalofrío y el recio sonido de su respirar se lo impidió, pues dijo sintió una mala vibra y su cuerpo más pesado que no le permitió continuar subiendo. Y es que hace 300 años, regresó Rafael a la leyenda, la magia negra era “como un delito”, con lo que se rumora que venía a refugiarse también de los soldados que querían atraparla, y al verse perseguida dibujó con su uña del dedo índice la figura de un carruaje y “por ser tan poderosa en la brujería”, escapó de los soldados penetrándose en la pared y volando sobre éste. ¿Cuál sería la razón por la que “La Maltos” torturaba a los hombres? Aún se desconoce, ¡quién sabe!, pero lo que se dice con mucha seguridad es que ha dejado su silueta grabada al interior del inmueble, por si alguien la gusta recordar.